El PRD y Martinelli, en el ajedrez político

En Panamá, un partido político que busca llegar a la Presidencia de la República no necesita un 51% de los votos para ganar una elección, como en otras naciones de América.

Y justo el pastel electoral en Panamá está muy dividido.

Por ejemplo, la cantidad de votos que de manera histórica alcanza el PRD es un 25%.

Ricardo Martinelli, quien lidera las encuestas en la actualidad, tiene un voto duro de 25%. Otro 25% históricamente no ejerce su derecho al sufragio.

Todo señala que los demás partidos de oposición al PRD y a Martinelli se reparten entre ellos el restante 25%.

¿Cómo ganar las elecciones entonces?

El ajedrez político lleva a concluir que a la oposición al PRD y a Martinelli, lo que más les conviene es que Martinelli no logre entrar en la carrera electoral.

¿Y qué le funcionaría al PRD?

Todo indica que al PRD le conviene que Martinelli sí corra. Y en el caso de Martinelli, este depende de que lo dejen correr para poder tener la posibilidad de ganar.

Frente a este panorama, la lógica indica que los partidos de oposición al PRD necesitan que el expresidente sea inhabilitado en cualquiera de sus casos penales.

Si Martinelli no corre, el voto favorable al expresidente no buscará al PRD, sino a los partidos de oposición y más si hay un candidato único de entre ellos.

En el caso del PRD, se beneficia que el expresidente entre en la carrera electoral, porque este le serviría de escudo contra los ataques desde los partidos de oposición.

Además, al PRD le conviene mantener la división de los partidos de oposición como va hasta ahora, ya que hay cuatro precandidatos presidenciales, sin contar los de la libre postulación que son tres más.

Pero el expresidente Ricardo Martinelli depende de sus malabarismos legales que le permitan seguir en la jugada electoral.

Y es que de nada le sirve tener la mayor intención de voto, si no está en la carrera por la Presidencia de la República.

El ajedrez político está en pleno desarrollo. Las cifras de cada cuarto del pastel son firmes.

¿Cómo quitarles votos unos a otros para ganar? Ese es el dilema.