• 24/01/2023 00:00

Autoridad política y autoridad moral

“La propuesta del CEN del PRD atenta directamente contra el derecho de los miembros a elegir los cargos que habrán de representarlos. Representa un intento de ocupación del poder y permanencia en el mismo [...]”

La dirigencia del PRD ha dado a conocer una propuesta extraña y desalentadora. Según fuentes autorizadas del partido, un buen número de los actuales diputados (entiendo que también otros cargos podrían beneficiarse de lo mismo) que habrían de reelegirse en las elecciones de mayo de 2024 no tendría que pasar el examen de las “primarias”; es decir, el escrutinio de los miembros del partido, cuyos apellidos son revolucionario y democrático.

Voy a expresar mi opinión, como militante activo por más de 34 años, y añadiendo, he hecho el recorrido natural de cualquier integrante hasta llegar a primer subsecretario. Y lo hago desde un profundo ánimo crítico y al mismo tiempo constructivo, con el único deseo de contribuir a un debate que resulte esclarecedor y positivo. Somos el partido de Omar, no el partido de Stalin; y somos el Partido Revolucionario Democrático en Panamá, no el Partido Comunista de un Estado estalinista, cuyo modelo es el partido único.

La primera idea que quiero resaltar es que la obligación de democracia interna en los partidos políticos está fuera de discusión, y así piensa la inmensa mayoría de la membresía del PRD. Las actividades del PRD son esenciales para el sistema democrático, por lo que pertenece al sentido común exigir democracia a las entidades que se financian del dinero público; es decir, de los impuestos y recursos de todos los ciudadanos. No hacerlo es prostituir el sentido intrínseco del concepto de democracia interna. Y, por tanto, obligaría a estos listos a sentirse compungidos por alentar la doctrina del dedo.

La gente se cansó. En un artículo publicado en este mismo periódico hace ocho años (Reflexiones del panameño Juan Nadie en enero de 2015) escribí: “… mucho hay de inteligencia sin aspavientos en el Juan Nadie panameño que se rebela poco, es cierto, pero cuando lo hace es con contundencia y claridad”.

Y continuaba: “… para que la democracia funcione tienen que hacerlo sus instituciones. No podemos trivializar el concepto de regeneración política. Los ciudadanos panameños tienen el derecho a exigir que el país se organice democráticamente, donde vivir no sea solamente cuestión de supervivencia, sino de dignidad”.

La propuesta del CEN del PRD atenta directamente contra el derecho de los miembros a elegir los cargos que habrán de representarlos. Representa un intento de ocupación del poder y permanencia en el mismo por parte de los potenciales favorecidos de esta infamia. Quiero preguntar lo siguiente a los autores de la propuesta: ¿los más de 700 000 miembros adscritos al partido han sido elegidos para romper las reglas de juego?

La excusa alegada, ¿cuál es? Aspirar a una mejor posición política para negociar alianzas con el supuesto fin de mejorar las posibilidades electorales en mayo del 2024, sencillamente es una excusa endeble y carece de lógica desde el punto de vista participativo. Se entendería y se podría aceptar, luego de discutir la propuesta, un número de postulaciones limitadas en reserva, en aras de una alianza oportuna para los intereses del PRD. Como se ha explicado, la gran mayoría de los puestos reservados serían para postular a muchos sin pasar por el tamiz de la membresía. ¿Cuál es el “culillo”? Si el PRD quiere fortalecer su crédito entre la ciudadanía, el camino no es disminuir la democracia interna, sino lo contrario, fortalecerla. ¿Con qué autoridad y ánimo van a buscar el voto los compañeros de base, si previamente se les ha burlado el derecho a elegir a sus representantes en elecciones primarias?

Los militantes del PRD tenemos el derecho de distinguir entre autoridad política y autoridad moral. Los compañeros del CEN tienen la primera, nadie duda de ello, pues fueron elegidos según estatutos; pero no poseen autoridad moral para decidir una cuestión tan trascendente como la que estamos discutiendo. Recordemos algo, pronto cumpliremos 45 años, en plena campaña electoral hacia la Presidencia de la República en el año 2024. Actuar así era propio de un estado mayor, que se entrometía en la política de antaño, sin ningún interés que el de la cúpula, que luego nos condujo a la peor crisis política del siglo XX. Si somos revolucionarios, de apellido, es para mejorar la calidad de la democracia, y democráticos para que la membresía ejerza la misma y los que aspiren lo hagan en igualdad de condiciones.

Sugiero rectificar o los responsables serán alumnos aventajados de Max Weber quien, en el Sabio y el Político, nos advirtió, todo se revertirá contra ellos mismos por sus torpezas y desconocimiento científico de la ciencias políticas: en panameño, nos va a dar raya la misma membresía del PRD.

Exsubsecretario del PRD.
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