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- 20/10/2012 02:00
¿Y dónde está el CEN?
Desde que se tomó la dirección del PRD, el nuevo Comité Ejecutivo Nacional ha desaparecido del radar ciudadano. Las bases del partido y la sociedad civil se preguntan si es que han pasado a la clandestinidad, porque no tienen beligerancia política y están ausentes del drama cotidiano que representan los atropellos de la mafiocracia encabezada por Ricardo Martinelli.
Cuando aparece Juan Carlos Navarro, rodeado de sus apéndices y subordinados, lo hace escoltado de declaraciones tardías, alejadas de la coyuntura e inocuas, como si temiera quedar mal con el Ejecutivo. Fue bochornoso el papel del CEN y de algunos de sus diputados en la Asamblea Nacional al prestarse a avalar la ley que reformó el Código Electoral para dejar sin efecto el estatuto que prohíbe ser parte de la dirección del partido y participar en las primarias.
Pero donde estuvo el descaro mayor y la evidente complicidad fue en la reforma que permite realizar las primarias un año antes de las elecciones del 2014. Eso fue lo que abrió la puerta para que el CEN, contraviniendo el estatuto del PRD y en forma unilateral e inconsulta con los demás aspirantes, convocara a las primarias presidenciales para febrero del próximo año.
Lleno de soberbia y del autoritarismo que practica Martinelli, el CEN de mi Partido PRD irrespeta la independencia de criterio y está atropellando a los copartidarios que, como los miembros del Comité Nacional de Elecciones, fueron escogidos con una fecha fija para realizar su cometido. En las maniobras para tumbar a los miembros de esa comisión, es que ha estado ocupado el CEN, en lugar de salir a la calle a defender el patrimonio nacional que representa la Zona Libre de Colón, ante la rapacidad de un gobierno que está apropiándose de los bienes que pertenecen a todos los panameños.
Ese CEN clandestino fue el que estuvo maniobrando para impedir la realización del congresillo en el Circuito 8-7, donde ha habido resistencia a los humillantes procedimientos de compra de conciencias por el poder del dinero, que está aplastando al partido que luchó por crear una sociedad en la que mandara la justicia social.
Es que la conducta de Navarro, lo dibuja de cuerpo entero. Estuvo ausente de las heroicas batallas del pueblo indígena de Changuinola, San Félix I y San Félix II en defensa de los recursos naturales, tema que lo catapultó para entrar al PRD y ganar la Alcaldía de Panama, y de las luchas ciudadanas por impedir la venta de las acciones del Estado, la imposición de la Sala V y el zarpazo al patrimonio de la Zona Libre de Colón.
Si ya de por sí es inaceptable que actúe en coincidencia con Martinelli, es aberrante que trate de silenciar las voces críticas dentro del PRD, a través de su sacrílego onceavo mandamiento. El Onceavo Mandamiento lo instituyo Jesús que reza así: ‘Amaos los unos a los otros como yo os he amado’. No dice que porque yo sea del PRD tengo que ser cómplice de la indecencia y de la impunidad. ¿Dónde está la oposición valiente y vertical del PRD ante las imposiciones de Martinelli?
Lo que pasa es que el nuevo CEN dedica más tiempo a perseguir a quienes cuestionan su conducta dentro del partido, que a enfrentar al gobierno y defender los principios y de los valores de la democracia. Bien decía el general Omar Torrijos, no hay pueblos malos, hay malos gobernantes y, habría que añadir, también hay malos dirigentes políticos. Esos que no son capaces de conciliar, porque están acostumbrados a imponerse con soberbia y arrogancia.
En el nuevo CEN priva la ambición personal por encima de lo estratégico en la organización del partido. Quiere alinear detrás suyo a toda la membresía, uniformada de un solo color, con el clientelismo como doctrina e ideología. La militancia y la ética ha sido enterrada por esa lacra clientelar.
Con una dirección de esa catadura no puede pensarse en que los frentes de masas del partido puedan entrar en alianza con la sociedad civil y sumar fuerzas independientes en un proyecto de alternativa de poder. El claro ejemplo está en la campaña de Navarro por debilitar el Frente de Defensa por la Democracia, haciéndole favores a Martinelli.
Al PRD no lo calla nadie. Y si la nueva dirección del partido no está dispuesta a hacer la oposición y jugar el papel que le toca, las bases rebasarán a la dirigencia y nos encontrarán en las calles con nuestro pueblo, luchando para impedir que la mafiocracia de Martinelli se robe Panamá.
MIEMBRO DEL PRD.