“Ignorantes y corruptos en el Gobierno; genios y honrados en lo privado”

En los últimos días, hemos estado pendientes, de las conversaciones para llegar a acuerdos, entre las diferentes partes, que buscan mejorar las condiciones de vida en Panamá. Cientos han sido las acotaciones, muchas de las cuales nos dicen, lo que era un secreto a voces, los pocos que mandan en este país, han estado explotando descaradamente, a los muchos. Como lo digan, como lo traten de disminuir, la conclusión es la misma; por lo que se está tratando de llegar a un nivel, en el cual se pueda cambiar la explotación, por una ganancia razonable, importante para permitir, que continúen las inversiones, que son fundamentales para el progreso de un país.

Lo que aun, a mis 66 años, no logro entender, es como una persona o grupo de personas, esgrimen públicamente conclusiones contundentes, que reflejan su honorable genialidad desde el sector privado, sin embargo; cuando pertenecen al engranaje gubernamental, y muchísimos “son patrocinadores” para poder entrar en el mismo, se transforman en ignorantes y corruptos, incapaces de administrar la cosa pública adecuadamente, según el concepto fundamental de la “Democracia”, para el beneficio de la mayoría.

Pero más inquietante me resulta, observar, como recurrentemente, a través de los distintos desgobiernos, cuando esos mismos que “fracasaron”, vuelven a cambiar hacia la vida civil y privada, a través de cuanto medio de comunicación social existe en nuestro país, salen a recomendar soluciones salomónicas, que de seguro enrumbarán la economía con tal acierto, que llevará a nuestro país a convertirse, en el “Dubai de Centroamérica”; al que lamentablemente, todo el mundo querrá venir, buscando mejores condiciones de vida, aunque para lograrlo, actúen en detrimento de los panameños.

Mientras más estudio la historia, la misma se convierte en un patrón espiralado, tipo ADN, que se repite y se repite; suba quien suba, baja quien baje, al final siempre es lo mismo; los pocos (independientemente de apellido, religión o nacionalidad), explotando a los muchos (panameños). Y esto debe cambiar.

Como dice, una persona, cuya fortuna familiar ronda los 500 millones de dólares, dejar de ganar el 10 o el 30%, no los va a desmejorar económicamente, ya que poseen lo suficiente, para que muchas de sus generaciones vivan, más que confortablemente, sin embargo; ese porcentaje, por poco que parezca, ayudaría a miles o millones de personas a vivir mejor, lo que garantizaría la estabilidad social y seguridad política del país, lo que a su vez favorecería el clima de tranquilidad que es tan necesario, para atraer a las inversiones que necesitamos.

Por ejemplo, estoy seguro, que si pagáramos la electricidad y el combustible, al precio real, ambos elementos bajarían sustancialmente, lo que repercutiría en la economía de todos los hogares en Panamá, de muchísimos negocios y que, además, al no tener que subsidiarlos, porque se pagaría el costo real, se ahorraría una inmensidad de dinero, el cual pudiera ser invertido en mejorar las condiciones de vida de la población.