• 14/03/2015 01:00

Nos falta luz...

La oscuridad no existe, dicen. Solo hace falta un mínimo rayito de luz, un destello, para que la oscuridad deje de ser

La oscuridad no existe, dicen. Solo hace falta un mínimo rayito de luz, un destello, para que la oscuridad deje de ser. Y así es en las almas, en las mentes... Abrirse a la luz, a veces, es difícil cuando hay tanto motivo alrededor —y dentro del ser— para estar a oscuras espiritual e intelectualmente, pero hay gentes que pueden ser guías para que se encuentre ese rayito que falta. Gentes capaces de mostrarle ese camino a otros, que ya lo conocen, pueden y saben compartir. Una forma de compartir luz es la enseñanza; por ejemplo, las universidades dan la luz del conocimiento en sus aulas e incluso pueden ser faro de una nación. Pero, a veces, ese faro pierde fuerzas y capacidad de alumbrar tanto para afuera como para adentro. Hay entonces que revisar los motivos de esa oscuridad del mismo faro que otrora fue luz y guía de un pueblo, que generó consensos, que generó y guió luchas, que generó, más que solo profesionales, ciudadanos y ciudadanas de primera categoría que trabajan por una mejor y más organizada sociedad. Una sociedad llevada hacia la luz a través del conocimiento... pero eso es solo posible con una luz limpia, fuerte...

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