Para reflexionar

En materia económica el crecimiento no está garantizado, no es sostenible; es cíclico. Presupuestar o apostar a que el Estado, el pueblo puedan pagar una abultada deuda en constante crecimiento con proyectos millonarios y mantenimientos millonarios, es un riesgo que compromete demasiado. Al fin, los gobiernos y gobernantes se van, las deudas y el pueblo quedan para pagar. Maquillar o disimular una realidad presupuestaria sería una actitud reprochable. Los ingresos del país con una economía mundial que no logrará recuperarse a corto plazo, con serios agravantes en su producción que la afectan, repercutirán en los tránsitos por el Canal y en el resto de nuestros rubros. Hay que considerar con seriedad y responsabilidad los daños que vienen afectando la producción mundial por fenómenos naturales como sequía, inundaciones y terremotos -18 de los cuales se dieron del 2009 al 2010- más el de Japón. Nuestras proyecciones y obras deben realizarse con mesura, sobre bases ajustadas a una realidad cambiante y atendiendo lo prioritario al pueblo. Ejemplos de abusos en el endeudamiento estatal tienen en crisis a Estados Unidos, Grecia, Portugal, España e Italia. ¿Qué nos espera a los panameños?