• 10/03/2016 01:00

Jugamos con fuego

Las actuaciones tanto del Ministerio Público como del Judicial dejan mucho que desear y lo menos que hacen es justicia

La familia es la base de la sociedad y la justicia es la garante de la buena convivencia en esa sociedad. A lo largo de la historia de la humanidad, la justicia fue evolucionando y a base de experiencias, estableció reglas claras para esa convivencia. Los jueces tienen la enorme responsabilidad de garantizar la buena aplicación de las leyes. Nuestro país sufrió por 21 años un régimen que no solo violó garantías fundamentales, sino que hacía con la justicia su mejor parecer. Cuando en 1990 Endara, Arias y Ford estaban en el poder, cambiaron a los nueve magistrados de la Corte Suprema, porque necesitaban una ‘Corte de lujo'. Por desgracia, la justicia, en lugar de mejorar, empeoró. Hoy te meten preso y luego investigan; el caso te lo gana el que más plata o influencias tiene. Los jueces y magistrados se rinden ante el poder de turno. Palabras más, palabras menos, no hay justicia en Panamá. ¿Eso es lo que queremos? Lo peor es que medios de comunicación se han inclinado a defender o cuestionar una u otra actuación, sobre lo que decide el Ministerio Público o el Órgano Judicial. Se olvidan que su deber no es defensa de ‘X' o ‘Y' posición; su deber es para con el bien común de toda la sociedad. Y lo cierto es que las actuaciones tanto del Ministerio Público como del Judicial dejan mucho que desear y lo menos que hacen es justicia para Panamá.

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