Hay que salir del hueco

Hay un desprestigio político que encierra tanto al Ejecutivo como al Legislativo y al Judicial que nos pone a las puertas de un problema mayúsculo. Empero, tanto el Ejecutivo como el Legislativo pueden coordinar una salida mancomunada para resolverlo, porque una salida abrupta no debe ser el camino. Por un lado, los diputados pueden cambiar la ley sobre los circuitos electorales para que los nuevos miembros de la Asamblea Nacional que se elijan en 2019 sean a nivel provincial o nacional. Por el otro lado, el Ejecutivo también puede convocar una Constituyente paralela, que permita, con el consenso de todos, redactar una nueva constitución con dos cambios fundamentales: Los diputados provinciales y nacionales y que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia tengan más de 55 años y que su período sea menos de 25 años. En pocas palabras, la salida está en estos dos órganos del Estado. Seguir como vamos, con descalificaciones, desconfianza y división en todo el país, lo que provocará es que no solo perdamos el nivel económico, sino la democracia y la propia libertad. Y es que hay en crecimiento una frustración nacional que ya está calando a las bases más bajas de la sociedad. Esta capa todavía está anestesiada con subsidios y dádivas que le da el gobierno de turno, pero que está comprendiendo que es pan para hoy y hambre para mañana. Sobre todo, porque hay quienes están llegando con sus mensajes de que unos pocos se llevan la gran riqueza y lo que le toca al pueblo son puras migajas. Tenemos que recobrar el control del país y estabilizarlo.