Huelgas canallas

El país atraviesa por una de sus peores crisis económicas y lo triste es que la recuperación no será fácil, más cuando el problema es global. En pocas palabras, la rueda de la economía está afectada y necesita de todos para ser reparada. Son, por ello, imprudentes y faltos de tacto los paros y huelgas en este momento, porque pueden significar un bumerán. La situación económica es tan crítica que cualquier empresa, por grande que sea, puede irse a la quiebra por una huelga. Es cierto que hay acuerdos que plantean aumentos de salario cada cierto período, pero aquellos que caen en este momento deben ser pospuestos hasta cuando se vislumbre que la situación mejora. Entrar en huelga es atentar contra el trabajo de sus propios agremiados, porque, si acaso, las empresas están generando para su sostenimiento mínimo. Los líderes sindicales deben ver más allá de solo el salario, por el significado de un puesto de trabajo. Cada puesto tiene su razón de ser y depende del conjunto de la actividad. Si algo no funciona en la empresa, esos puestos de trabajo están en problemas. Así las cosas, si fuera de la empresa la economía está en crisis, los consumidores sufren el impacto en su poder adquisitivo y ese impacto repercute en las empresas y termina impactando en los puestos de trabajo. Una huelga en medio de una crisis económica es canalla y cruel contra los propios trabajadores. ¡Así de simple!