• 13/04/2012 02:00

El Metro

Nuestro país, llamado ‘el centro del mundo y corazón del universo’, marcha entre los últimos lugares en materia de transporte urbano, e...

Nuestro país, llamado ‘el centro del mundo y corazón del universo’, marcha entre los últimos lugares en materia de transporte urbano, especialmente en lo referente al metro. Modalidad nacida en Londres (Inglaterra) en el año 1863, o sea, siglo y medio de distancia en el tiempo.

El famoso Subway de la ‘Ciudad de los rascacielos’ apareció en 1904, aliviando el congestionado tráfico para beneplácito de sus millones de habitantes, quienes lo muestran como símbolo de la metrópolis.

En Buenos Aires, su construcción data de 1912, cuando Carlos Gardel recorría diversas naciones deleitándolas con su maravillosa voz.

Entre las ciudades con esta forma de locomoción masiva figuran: Baltimore, Filadelfia, Los Ángeles, Montreal, México, Guadalajara, Monterrey, Lima, Caracas, Santo Domingo, París, San Juan, Chicago, Viena, Estocolmo, Brasilia, Sao Paulo, Bello Horizonte, Manila, Beijing, Porto Alegre, Teresina, Madrid, Palma de Mallorca, Bilbao, Valencia, Santiago de Chile, Medellín, Budapest, Milán, Nápoles, Ankara, Berlín, Tokio, Osaka y Moscú. Cabe destacar que el ruso es uno de los más vistosos y atrayentes.

El paso hacia el bienestar capitalino molesta a varios contribuyentes; porque la magna obra afecta sus negocios sin compensación inmediata. Pero, el mal de algunos no puede detener el rumbo del progreso. Así lo demostraron el nacimiento del automóvil, la luz eléctrica, la locomotora, la computadora, el avión y otros inventos beneficiosos para la Humanidad.

Lo censurable del metro panameño es el acérrimo deseo de terminarlo en tiempo perentorio, razón que podría provocar accidentes e imperfecciones en su estructura. Algo muy tarde para lamentar, y que se puede evitar laborando con prudencia y sin ansias de alcanzar el triunfo político. La victoria será concedida cuando el pueblo reconozca los beneficios logrados por la mayoría de los ciudadanos nacionales y extranjeros.

Hay muchas muestras de proyectos y disposiciones estatales que al principio fueron criticadas, para más tarde recibir aplauso unánime. Por ejemplo: el Hospital Santo Tomás, llamado el elefante blanco, la Cinta Costera, la Caja de Seguro Social, etc. Asimismo, cuando en 1941 se instituyó el uniforme colegial en las escuelas primarias (camisa blanca y pantalón kaki), infinidad de personas reprocharon la medida, tildándola de sistema militar o nacionalsocialista, provocando su abolición durante el régimen siguiente. Hoy, esta clase de vestimenta la usan todos los estudiantes, a la par del personal de instituciones gubernamentales y empresas comerciales.

Pero está claro que el Metro va; aunque tenga detractores, quienes luego aclamarán lo que hoy objetan sin análisis sustentables. Esto es irrebatible, igual a las verdades como puños.

*Reportero gráfico.

bravo.aristides@hotmail.com

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