Basura, Censo y la inseguridad, entre los protagonistas

PANAMÁ. Este 2010 estuvo marcado por hechos, en algunos casos inéditos, y otros que por la crudeza de lo expuesto serán muy difíciles de...

PANAMÁ. Este 2010 estuvo marcado por hechos, en algunos casos inéditos, y otros que por la crudeza de lo expuesto serán muy difíciles de borrar del recuerdo de todo un pueblo.

Por ejemplo, un municipio —el más grande del país— perdió el control absoluto en la recolección de la basura, lo que obligó al Ejecutivo a intervenir en medio de la declaratoria de una alerta sanitaria, con varios miembros del Consejo de Gabinete encargados de la búsqueda de soluciones y ante la presencia de las delegaciones de los países que participaron en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe —con sede en un Panamá sitiada por los ‘pataconcitos’— es, hasta ahora, historia sin parangón alguno en este país.

Esta crisis llegó al pleno de la Asamblea Nacional, donde unos meses después se crea la nueva Autoridad de Aseo, cuya responsabilidad legal inicia a partir del próximo lunes, pero que interviene desde ahora por la incapacidad de la maltrecha Dirección Metropolitana de Aseo Urbano y Domiciliario.

HISTORIAS PARA EL OLVIDO

La violencia y la inseguridad ciudadana también jugaron su rol este año. Su furia y la necesidad de enfrentarla de forma adecuada, obligaron al Ejecutivo a dividir las responsabilidades del Ministerio de Gobierno y Justicia; crear la nueva cartera de Seguridad Pública y al establecimiento de estaciones aeronavales en puntos estratégicos de nuestra geografía.

Crímenes espantosos, muchos de estos vinculados al narcotráfico y sus tentáculos, mancharon de sangre nuestros días.

Emergieron movimientos ciudadanos para coadyuvar con el Estado en la búsqueda de soluciones al problema. Hubo de todo, hasta una marcha multitudinaria bajo la lluvia, y con el paso de los días, el movimiento ciudadano y sus esfuerzos se diluyeron.

Por otro lado, en mayo se contabilizaron un millón 63 mil 409 viviendas y en ellas a 3 millones 405 mil 813 personas. Todo esto en medio de los Censos Nacionales 2010 marcados por la desorganización y la impaciencia ciudadana.

Y como la cereza en la copa del helado, el cambio climático nos pasó la factura por los abusos que cometemos contra natura.

10 muertos, millones en pérdidas materiales y un estado de emergencia nacional para reparar los daños de una acción que muy pocos imaginaron.

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