Hogar de Niñas requiere apoyo

COCLÉ. Fue construido para que fuera el Hospital de la provincia de Coclé, pero se quedó muy chico para este propósito, y luego se donó ...

COCLÉ. Fue construido para que fuera el Hospital de la provincia de Coclé, pero se quedó muy chico para este propósito, y luego se donó a las monjas de la época, que lo utilizaron como preventorio nacional.

De esto hace ya 73 años, cuando el viejo edificio de ladrillos, hoy conocido como el Hogar de Niñas de Penonomé se fundara, sin pensar que por allí pasarían miles de niñas que han recibido atención, cariño y educación, gracias al personal muy dedicado que allí labora.

Durante la administración del Presidente Harmodio Arias, de 1932 a 1936, se construye el edificio de ladrillos, en un terreno donado por una familia de origen antonero.

La idea era que el edificio albergara el hospital provincial, pero resultó muy pequeño para la creciente población coclesana y decidieron donarlo a un grupo de monjas que decidió utilizarlo para resguardar a las niñas cuyos padres estuvieran enfermos de la enfermedad más temida de aquel entonces, la tuberculosis.

Para evitar que las niñas se contagiaran de la enfermedad, eran recibidas de forma gratuita en este lugar que fue llamado "preventorio", y allí las cuidaban y las educaban sin ningún costo para los padres, hasta que pasara la enfermedad.

Luego, eran devueltas a sus hogares.

A lo largo de 73 años, el Hogar de Niñas de Penonomé ha albergado a miles de niñas y ha pasado por varias instituciones, pues el costo de mantenimiento es alto, y hoy es regentado por el Ministerio de Desarrollo Social, que cubre los gastos del personal, agua, luz y teléfono.

La Administradora, Marilyn Domínguez, dijo que el hogar recibe un subsidio de 2 mil dólares al mes, lo que no alcanza para sostener a las 36 niñas que allí habitan.

Se requieren por lo menos, unos 7 mil dólares para cubrir gastos, se informó.

A ellas se les brinda alojamiento, comida y útiles escolares, para que continúen sus estudios, "y todas son excelentes estudiantes", dice con alegría la administradora.

Hoy tienen a niñas de escasos recursos de Coclé, Panamá, Los Santos y Colón, cuyos padres no pueden brindarles educación y seguridad; sin embargo, también albergan, cuando así se requiere, a niñas que vienen de hogares con problemas y el juzgado de menores las envía al Hogar. En esa situación solo hay dos en este momento, dice Domínguez.

Todas las que están allí en este momento son de extrema pobreza, "y lo que se quiere es ayudar a sus familias en su educación", acotó Domínguez.

En el Hogar trabajan 21 personas con turnos rotativos, porque no se puede dejar solas. Es un personal muy unido, que brinda atención y están pendientes de sus estudios y el horario, como si estuvieran en sus casas.

Cuentan con una biblioteca y un salón de estudio con computadoras que fueron donadas para un mejor desempeño en las tareas.

Actualmente, la administración ha desarrollado un huerto y una cría de gallinas ponedoras, de donde se obtienen los huevos y parte de los guisos y verduras que consumen; esto, con ayuda de los padres de familia que traen las semillas y las ayudan para mantenerlo; porque, "no es que se les da todo, también ellos aportan y cubren los gastos de matrícula de sus hijas", dice Marilyn.

No cuentan con ayuda externa, pero sí van ocasionalmente personas que les brindan su ayuda económica.

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