Migración de mujeres alcanza números sin precedentes

Actualizado
  • 11/03/2024 03:28
Creado
  • 10/03/2024 18:48
El incremento fue estrepitoso; pasaron de 2,646 en el 2020 a 134,646 en el 2023

En los últimos cuatro años, la espesa selva del Darién ha sido testigo de la travesía de más de 250 mil mujeres que por diversas razones han tenido que dejar sus países en busca de un destino que les permita tener y propiciar a sus hijos y familias una vida mejor.

Detrás de cada una existe una historia, una razón, una decisión para tomar el rumbo hacia el norte de América buscando el aquel llamado “sueño americano”, que para ser alcanzado demanda grandes sacrificios.

Atravesar los riesgos y peligros de una selva de más de 17.014 km2 está muy lejos de parecer el camino ideal para cumplir aquellos sueños, pero ante la desesperación, la realidad es otra. La travesía encierra todo un drama social. Pero, solo terminan los que tienen la fortaleza para sobrevivir al duro reto y, como siempre, los más vulnerables son las mujeres y los niños.

Una mujer proveniente de Venezuela, y cuyo nombre prefiere mantener en el anonimato por su seguridad, viajó con sus dos hijos. Con los pies heridos e hinchados, toma un descanso en el espacio “Cuidado de mí”, un lugar proporcionado por UNICEF para dar acompañamiento y apoyo psicosocial a los migrantes que llegan a la Estación de Recepción Migratoria de Lajas Blancas (ERM). Mientras espera a que su hijo mayor se reencuentre con ella, tras haberse separado en Bajo Chiquito para tomar una piragua que los lleve hasta Lajas Blancas, cuenta cómo esta experiencia la marcó.

Migración de mujeres alcanza números sin precedentes

“No le recomiendo a nadie que se venga. Esa experiencia es horrible. El que no sabe nadar se ahoga, todo allí dentro de la selva es muy duro”. Bajando la mirada y con mucho recelo, prefiere no comentar la razón por la cual tuvo que salir de su país. A ese mismo espacio llegó Yuri Castillo. Venezolana, con 41 años y enfermera de profesión, Yuri salió de Venezuela en 2018 hacia Ecuador, y allí estuvo trabajando como limpia vidrios hasta que decidió hacer “la travesía por la selva”. Viaja con sus dos hijas menores y Valentina, su perra.

¿Qué cómo fue la travesía? Yuri cierra los ojos un instante y los abre para decir: “El trayecto fue de cuatro días y medio. Parábamos cada tanto, pero no queríamos quedarnos solas. ¡Y nos pasó una vez! Lo cuenta y aprieta las manos contra el pecho. “La montaña es tan alta que a veces sientes que no puedes levantar las piernas porque los músculos no te dan. Todo el día es caminar, caminar y caminar. En un momento me pregunté: ¿Cuándo metí a mis hijas en esto?”

Fue una de sus hijas la que, en medio del trance del agotamiento y viendo que su madre se derrumbaba, se acercó y le dijo: “¡Mamá, tú puedes! ¡Vamos, vamos!”. Ahora que lo cuenta, a Yuri se le anegan los ojos. “Fue una de mis hijas la que me levantó, la que me dio ánimos... Es que imagínate: yo soy la cabeza de familia... Si me pasaba algo, ¿qué iba a ser de mis hijas?”. “A mis hijas, de 14 y 16, casi se las lleva el río. Cayeron como en un pozo, y si no fuera porque alguien las salvó...”. En la selva del Darién, los migrantes se enfrentan a una serie de peligros que incluyen animales, crecidas de ríos, enfermedades, accidentes, robos, extorsiones e incluso violaciones.

La violencia de género, particularmente la violencia sexual que afecta a las mujeres y niñas aumentó significativamente durante el año pasado y lo que va de este. En el Tapón de Darién, cada cuatro horas y media se produce un acto de violencia sexual. La mayor parte de las víctimas de la violencia son mujeres, pero también hay hombres y niños.

El número de mujeres migrantes se ha incrementado estrepitosamente. Pasaron de 2,646 en el 2020 a 134,646 en el 2023. Alberto Agrazal Reyes, coordinador de incidencia de la Red Clamor Panamá, que ofrece ayuda humanitaria a los migrantes, explicó que el aumento obedece a un proceso de reagrupación familiar. Para 2021 y 2022 migraron los hombres, las cabezas de familias a Estados Unidos. Ahora lo están haciendo las mujeres y los niños. La mayoría son originarias de Venezuela, donde se experimenta una profunda crisis social y económica. También ha habido un incremento de ecuatorianas y haitianas. Pero, en estos casos viajan los núcleos familiares completos, agregó Reyes.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus