Esta ratificación reforma los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Carta Magna salvadoreña, que también anula la segunda vuelta electoral y alarga el...
- 16/06/2010 02:00
PANAMÁ. El 11 de junio de 2010 marcó un hito en la historia de los mundiales de fútbol. Por primera vez, un balón de Copa del Mundo rodó en el continente africano.
Minutos antes, en las pantallas de televisión de miles de panameños ocurrió otro hecho inesperado.
David Samudio y Roberto Rivera, comentaristas deportivos y competidores acérrimos, estaban uno junto al otro en la misma transmisión. Corporación Medcom y TVN se habían unido para transmitir el Mundial de Sudáfrica 2010.
La explicación fue lo más rápida y discreta que se pudo. Detrás de la euforia por la inauguración de la Copa, Samudio dio algunas razones al público, que a esa hora intentaba comprender la inesperada alianza.
Se trató de un acuerdo entre ambos emporios mediáticos para ‘unir fuerzas y dar un mejor espectáculo y todos los partidos a la audiencia’.
EL GANADOR EN SUDÁFRICA
Pero la audiencia no tenía aún el panorama claro. La cosa vino a ser diáfana después. Los derechos de transmisión incluyen a Cable Onda, la empresa de televisión por cable de Medcom, que tiene como su mayor rival a SKY, el gigante de la televisión por cable en México y Centroamérica.
SKY entró hace dos años en el país con el contrato de exclusividad para la transmisión de los juegos de la Liga Española debajo del brazo y de un plumazo dejaron fuera del juego a TV-Max y a RPC.
Como SKY es una empresa de TV por cable, los clientes de Cable Onda empezaron a migrar en masa. Todo el mundo quería acceso a los partidos del Barça y del Real Madrid.
Hace meses que Cable Onda anunciaba la transmisión de 24 partidos de la Copa. La idea quedó clara, recuperar su clientela.
¿Se trata de una estrategia, una venganza o una nueva forma de comercializar en TV? Una fuente vinculada a la comercialización de transmisiones deportivas tiene una opinión que combina varios elementos.
La unión entre Medcom y TVN es una ‘alianza estratégica por no perder los ingresos acostumbrados cada cuatro años’, dice, pero advierte que el negocio de la TV está cambiando y el televidente parece la parte débil de la cadena.
‘Desde ya hay que considerar la posibilidad de que el próximo mundial no se pueda ver gratis’.