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En la plaza toca:
Porque Puma Zumix Grupo juvenil que interpreta...
PANAMÁ. Negligencia inverosímil, dice el magistrado vicepresidente Harry Díaz. El camino a la intromisión de la justicia en asuntos electorales, sostiene la sociedad civil. Sea de quien sea, el plato de argumentos ha puesto agrio el escenario de Alejandro Moncada Luna, el cuestionado líder de la Corte Suprema. Su decisión de suspender una orden del Tribunal Electoral sobre una cuña oficialista lo pone contra todos. Incluso, en el seno del poder Judicial.
Ayer, en medio de la andanada civil por la decisión del magistrado presidente, Díaz —nuevo enemigo de Moncada Luna— asestó una puñalada de casa: ‘jamás en mi existencia he visto mayor crítica negativa al Órgano Judicial como la que ahora se despliega y expone en todos los medios’.
En una nota fechada al 8 de noviembre pasado, y que los magistrados recibieron ayer en la mañana, Díaz asegura que Moncada Luna debió declarar improcedente la demanda de ‘Panamá Avanza’, en coincidencia con los reclamos de la sociedad civil organizada.
‘No puedo ser indiferente y que la inercia se interprete como complicidad de un flagrante resquebrajamiento de las instituciones democráticas’, insiste Díaz. Del otro lado de la barra, la oposición y la sociedad civil proyectan la posibilidad de que con el precedente de haber intervenido en asuntos electorales ahora, la Corte Suprema pueda definir en 2014 al nuevo presidente.
LOS PORQUÉS DE HARRY DÍAZ Y EL RECLAMO CIVIL
Las razones de la diferencia de Díaz con Moncada Luna —empero— van más allá del lío por las cuñas electorales. Su nota, que profundiza el permanente escándalo que vive el Palacio Gil Ponce, ocurre en medio de la lucha intestina que sostiene con el magistrado presidente por la violación de un acuerdo de recámara para dirigir el sistema judicial. Moncada Luna lo violó y ahora gana un enemigo de casa.
Y es agrio, porque afuera parece que le sobran. Su principal detractor, los abogados, punzan por su renuncia. Dicen que ha significado el retroceso judicial más trascendental desde el fin de la dictadura de Manuel Antonio Noriega, de la cual él formó parte.
‘El fallo (auto, en la jerga judicial) de Moncada Luna debe ser declarado no viable, para no dar puerta o ventana a un fraude’, plantea el Movimiento de Abogados Renovación y Justicia.
Los juristas y el candidato presidencial del PRD, Juan Carlos Navarro, en un foro en el Colegio Nacional de Abogados (CNA), concluyeron que apuntarán a la dimisión del presidente de la Corte Suprema de Justicia, así como de los dos magistrados suplentes que firmaron la decisión de suspender el fallo del Tribunal Electoral sobre la cuña de ‘Panamá Avanza’.
Efrén Tello y Gabriel Fernández, suplentes de Luis Ramón Fábrega y de José Ayú Prado, respectivamente, siguen en la lista. ‘Esto no se puede quedar aquí así. O se van o se van’, vociferó el constitucionalista Miguel Antonio Bernal.
Para ello, el CNA convino con gremios de la sociedad civil organizada y los partidos de la oposición la conformación de un nuevo frente de defensa de la democracia.
La primera movida del nuevo frente ocurrió ayer: protestaron en las escalinatas de la Corte, en el mítico Cerro Ancón, mientras adentro, en sus parajes más privados, los magistrados se movían a la espera de un pleno extraordinario que fue suspendido sin más.
Pero los opositores dicen que seguirán. Y más porque en el encuentro, los abogados reavivaron viejos cuestionamientos contra Moncada Luna. La corrupción en la Corte, el estilo de impartir justicia, y el adormecimiento de un centenar de expedientes que esperan o un fallo o un hábeas.
EL NUEVO ENEMIGO
Justamente eso ha hecho que el líder del poder Judicial gane un nuevo detractor. Guillermo Cochez, el banderín latinoamericano contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El exembajador ante la Organización de los Estados Americanos interpondrá hoy un hábeas data ante la Corte Suprema, por los expedientes que Moncada Luna no ha terminado de resolver. Lo conecta con un sobresalto democrático.
En el oficialismo no le apoyan pero no le sacan el cuerpo. Lo ven como un asunto de otro poder. Aun así, Roberto Henríquez insiste en que el Ejecutivo no hará nada que ponga en duda el proceso electoral que se viene y las ‘claras intenciones’ del gobierno de Martinelli.
Y Harry Díaz da vueltas. Golpea de lado a Moncada Luna. ‘Debería acatar el clamor general, amplio y diáfano de la sociedad’. Aunque Moncada Luna sigue fiel a su estilo: guarda silencio.