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- 29/06/2016 02:00
Creado
- 29/06/2016 02:00
Antes de conocer la decisión del magistrado, Lisac había solicitado que ‘actuarcon el corazón en la mano'
El magistrado Luis Mario Carrasco, actuando como juez de garantías, ratificó este martes la decisión de la procuradora Kenia Porcell de archivar provisionalmente la denuncia penal contra el administrador de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP), Roberto Meana, por el caso Lisac.
El abogado Jaime Abad, representante legal del empresario Julio César Lisac, pidió la revisión del archivo, aprobado por Porcell, alegando que Meana incumplió la sentencia de la Sala Tercera del 11 de noviembre 2010, reiterada en 2015, para devolverle todos los derechos de la concesión hidroeléctrica al chiricano octagenario, cancelada en 2005 por el entonces Ente Regulador de los Servicios Públicos.
La audiencia para revisar el archivo de la querella, realizada en la Sala de Casación de la Corte Suprema, duró una hora en la que la procuradora y Abad defendieron sus posición.
Porcell, mediante la Resolución 29-2016, de 17 de mayo de 2016, desestimó la querella contra Meana por los supuestos delitos de abuso de autoridad, infracción de los deberes de servidor público y delitos contra la administración de justicia, al no encontrar una conducta inapropiada del funcionario referente al fallo judicial.
Porcell, explicó ante el juez, que el Ministerio Público no podía embonar una conducta penal contra Meana, cuando se trata de un tema de índole administrativo, no penal. Asimismo argumentó que no hay elementos que la lleven a pensar que se han cometido delitos.
Además señaló que la sentencia no plantea quitar la concesión al otro empresario que desarrolló el proyecto hidroeléctrico. Luego de quitarle la concesión a Lisac, en 1997 la ASEP otorgó el contrato al multimillonario mexicano Carlos Slim, por $33 millones. Ese punto, lo ventiló Abad durante sus alegatos para que se reabriera la investigación contra Meana.
El jurista arguyó que hay ‘méritos suficientes' para investigar, pues fue una pelea del ‘Goliat mexicano contra el David chiricano'.
Antes de conocer la decisión del magistrado, Lisac había solicitado que ‘actuarcon el corazón en la mano'.
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