Convenio de Gatún, el día que Panamá negoció con la rebelión

  • 15/06/2025 00:00
Un presidente herido y secuestrado por rebeldes forzó un acuerdo que buscó contener el derrumbe institucional del Estado Soberano de Panamá. El Convenio de Gatún, poco recordado hoy, fue un gesto de diplomacia en tiempos de pólvora

Hace 146 años, en medio de una violenta revuelta que estremecía al Estado Soberano de Panamá, entonces parte de la Confederación Granadina, se firmó el llamado Convenio de Gatún. Este acuerdo, alcanzado el 15 de junio de 1879, tuvo como principal objetivo la liberación del presidente José Ricardo Casorla, secuestrado y gravemente herido durante los enfrentamientos entre fuerzas rebeldes y el gobierno.

La crisis había escalado rápidamente a inicios de ese mes, cuando tropas sublevadas tomaron la ciudad de Colón el 7 de junio, desafiando la autoridad del gobierno local. En el caos que siguió, el presidente Casorla fue capturado por los insurrectos y herido de gravedad. Para evitar una escalada mayor del conflicto y garantizar su liberación, representantes de ambas partes acordaron reunirse en Gatún, un pequeño poblado de la región atlántica.

El Convenio de Gatún, aunque no ampliamente difundido en su redacción formal, fue un pacto político-militar que permitió el rescate del mandatario. Sin embargo, el gesto resultó insuficiente para salvar su administración. Apenas dos días después de su liberación, el 17 de junio, Casorla presentó su renuncia, debilitado por sus heridas. Murió al año siguiente.

¿Quién fue José Ricardo Casorla?

El presidente Casorla no era ajeno a las turbulencias políticas. Había vivido un tiempo en Costa Rica, donde se destacó como propulsor de la educación pública entre 1867 y 1868.

Posteriormente, fue nombrado cónsul honorario de Colombia en Alajuela (1875-1876). Sin embargo, su activismo político lo llevó a ser apresado en ese país por participar en una conspiración contra el presidente Tomás Guardia Gutiérrez.

De regreso a Panamá en enero de 1878, Casorla fue nombrado primer designado del presidente Buenaventura Correoso. Pero una crisis interna entre los liberales derivó en la renuncia de Correoso y la Asamblea lo eligió para asumir la presidencia el 29 de diciembre de ese año.

La presidencia de Casorla estuvo marcada por una profunda inestabilidad. Sus intentos por reorganizar el gasto público generaron fuertes resistencias dentro del ejército, lo que desencadenó una rebelión el 17 de abril de 1879. Aunque el levantamiento fue rápidamente sofocado, dejó un saldo de al menos 30 muertos.

La tensión se intensificó semanas después, cuando el 7 de junio el general Rafael Aizpuru tomó la ciudad de Colón, y el comandante Benjamín Ruiz logró capturar al presidente Casorla. Ante esta crisis, fue llamado Gerardo Ortega para asumir interinamente la presidencia. Bajo su mando, las fuerzas leales lograron contener a los insurgentes tras la decisiva batalla de Lion Hill, librada los días 11 y 12 de junio.

Legado del Convenio de Gatún

Este episodio, poco recordado hoy en la historia oficial, marcó un momento crítico en el convulso siglo XIX panameño, caracterizado por las luchas internas, la fragilidad institucional y las tensiones entre el poder central colombiano y los actores políticos locales.

El acuerdo desactivó la rebelión liderada por Benjamín Ruiz y consolidó temporalmente el control del nuevo presidente interino, Gerardo Ortega, quien en años siguientes se convertiría en uno de los padrinos del bautizo de la bandera de Panamá, luego de la separación de 1903, y procurador de la República en 1908.

Además, durante su gobierno, estuvo involucrado en un incidente internacional durante la Guerra del Pacífico, del cual Chile señaló que en el istmo de Panamá se estaba transportando material bélico a favor de la alianza peruano-boliviana.

Pero en esencia, el Convenio de Gatún fue un intento de restaurar el orden sin el uso total de la fuerza. Aunque no logró sostener el gobierno de Casorla, dejó testimonio de los esfuerzos diplomáticos en tiempos de conflicto.

Hoy, el Convenio de Gatún permanece como un símbolo discreto pero revelador de los esfuerzos por contener la violencia mediante el diálogo, una lección que sigue resonando en la historia política panameña del siglo XIX.

La crisis había escalado rápidamente a inicios de ese mes, cuando tropas sublevadas tomaron la ciudad de Colón el 7 de junio, desafiando la autoridad del gobierno local.
La tensión se intensificó semanas después, cuando el 7 de junio el general Rafael Aizpuru tomó la ciudad de Colón, y el comandante Benjamín Ruiz logró capturar al presidente Casorla.
Lo Nuevo