El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...
- 08/02/2015 01:00
Había una vez un muchacho enamorado (digo muchacho porque, aunque tuviese ya para ese entonces treinta y dos años recién cumplidos, este individuo, frágil de muchas maneras, no era más que eso, un muchacho, muchachito, chicuelo, mamoncito, periquito caprichoso con el pipí demasiado inquieto y la mente llena de sandeces nerudianas y lorquianas y, para terminar de cagarla, con aires de Dalí tercermundista).
Cómo no tenerle lástima o reservarle un cariño medio agridulce a este fantoche; que no nos alcanza, digo, ni para tenerle tirria o mala fe, no, qué va, de pura lástima se sostiene o, mejor dicho, lo sostenemos, al miserable. Se llamaba Rafael, o se llama, porque todavía vive y aunque ahora lleva a cuestas nada menos que cincuenta y siete años, sigue siendo un muchachito. La vida es dura, pero más de este lado del atlántico, cerca del Caribe, para ser más exactos y geográficos, y bueno, la vida de Rafa se sitúa dentro del espectro de latino - borracho - mujeriego - con - indicios - de - locura - seudo - esquizofrénica - medio - digamos - creativa - nada - mal - pinturas - y - poe mas - y - uno - que - otro - cuento - nada - especial - más - bien - me diocre - el - pobre - toda - la - vida - en - el - mis mo - barrio - hediondo - y - mantenido - por - la - ma dre - que - le - cocinaba - y - lavaba - la - ropa - hasta - que - peló - el - bollo-la-vieja.
Del padre de Rafa ni hablar; nos quedaría muy reiterativa y algo flojilla la narrativa, puesto que tendríamos que repetir toda un flujo de palabras como: latino - bo rracho - mujeriego - con - indicios - de - locura - seu do - esquizofrénica - medio - digamos - creativa - na da - mal - pinturas - y - poe mas - y - uno - que - otro - cuento - nada - especial - más - bien - medio cre - el - pobre - toda - la - vida - en - el - mismo - barrio - he diondo - y - mantenido - por - la - madre - que - le - cocinaba - y - lavaba - la - ropa - hasta - que -peló - el - bollo - la - vieja.
Del abuelo de Rafa ya pa’ qué, por las mismas razones ya que: latino-borracho-mujeriego-con-indicios-de-locura-seudo-esquizofrénica, etc., y así sucesivamente hasta el infinito hasta que ya no queden más madres en el mundo. De Rafa no hay mucho que decir en realidad, razón más que suficiente para preguntarse si vale la pena gastar energías, tiempo y vida en escribir una sola palabra más sobre él; sin embargo, la historia de Rafael, a pesar de ser carne barata de mercado público, más que asoleada y pisada por moscas, es, de alguna manera, conmovedora, hasta el punto de hacernos olvidar su vulgaridad.
Sí, Rafael se enamoró de una mujer inalcanzable, y esta mujer le rompió el corazón, se casó con otro, pisoteó a Rafa, y Rafa, nuestro héroe, como es natural, se quedó sólo, abandonado y borracho y pintó y escribió un montón de cosillas un tantito menos que mediocres.
Pero aquí viene lo bueno: Rafa, al final, nunca recuperó a la mujer, no hubo epifanía, ni redención ni nada. Y aquí viene lo mejor: Rafa sí se acostó con su musa, y uf, muchas veces se acostó, ni se diga, se la cogió como quiso, pero bueno, Rafa, el muy torpe, no se conformó nunca con eso (cosa que esperamos nadie entienda muy bien en estos días en que ya se sabe que el amor no existe).
Hoy, transcurridos ya algunos años, arrugas aquí y allá, un par de libras de más, lonja acumulada y carnes colgando, ella, la musa de Rafa, vive en un barrio exclusivo, es madre más bien invisible de cuatro hijos que viven en el extranjero, no trabaja y vive de la plata del marido, que es diputado.
Rafa, por su parte, vive cerca de la costa, come pescado frito, bebe aguardiente todos los días, vende uno que otro cuadro por semana y para qué seguirle, nada más ocurre, nada más ocurrirá. Suponemos que Rafa y su musa jamás se verán de nuevo a pesar de lo chica que es la ciudad en la que ambos viven. Jamás se acostarán otra vez, lo cual nos reconforta porque la mujer ya no es una joven adolescente deliciosa y jugosa, sino más bien una gorda mantecosa y acabada, y a Rafa, ya lo hemos dicho, le tenemos lastimilla y cariño, un cariño agridulce.
MÚSICO Y POETA