La crianza permisiva, un camino hacia la falta de control

Cierto es que los niños son energéticos, curiosos y, en ocasiones, buscan abarcar más de lo que pueden a su edad. Es entonces cuando la labor del padre o madre se hace valer, guiando de manera consciente y precavida los pasos del infante que pronto crecerá y deberá tomar decisiones por su cuenta.

Sin embargo, existen casos en donde los niños son privilegiados con más libertad de la que pueden entender y se crea una crianza permisiva. Este tipo de crianza, acuñado por la psicóloga estadounidense Diana Baumrid, involucra a aquellos padres que no establecen ni imponen expectativas de comportamientos adecuados para la edad del niño y ceden a los malos hábitos de este en un intento de “controlar” la situación.

Según la psicoterapeuta Amy Morrin, “desafortunadamente, los padres permisivos no les enseñan a los niños las habilidades que necesitan para tomar buenas decisiones para que puedan prosperar en el mundo real”. Así explicó en una publicación del medio Good Housekeeping, sobre cómo son más las desventajas que los beneficios que produce practicar esta crianza.

Los hijos de padres permisivos se destacan por sufrir de casos de ansiedad, falta de autocontrol, agresión y mal desempeño social y educativo. Para evitar caer en esta crianza, se requiere una disciplina positiva que sea amable y firme a la vez para garantizar buenos resultados.