Hacerlo es mejor que no hacerlo perfectamente

Para atravesar la terrible zona de incomodidad, encuentra tu “por qué”, mírate y pregúntate. ¿Por qué es importante esta meta para mí?
El éxito se trata de perseverancia.

Al escribir esta columna, ya entramos al mes de febrero 2022; y seguramente comenzamos con muchas metas y resoluciones de este nuevo año, luego aparece la tentación de abandonar, escuchamos las voces en nuestra cabeza que nos instan a “lanzar la toalla”, “hacer un cambio” o “tomarlo con calma”; esas mismas voces no te dicen que pueda que sí vayas en el camino correcto.

Comenzar es fácil, lo difícil es mantenerse y sobre todo el regreso.

Yo he estado en esa situación muchas veces y allí es donde quiero destacar el título de la columna acerca del perfeccionamiento. Si vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo mal... Y es que a mi corta experiencia puedo decirte que lo que te mantiene siempre adelante es tu "por qué" y allí es donde siempre trato de conectarme con mi visión original y así me mantengo avanzando cuando el camino se me pone dificil.

Nadie avanza más de la mitad del camino, al menos de saber lo que realmente se quiere y visualizar lo que está al otro lado de la zona de incomodidad.

Piensa en tus sueños a inicio de año, todas estas metas prueban nuestra perseverancia.

Para atravesar la terrible zona de incomodidad, encuentra tu "por qué", mírate y pregúntate. ¿Por qué es importante esta meta para mí? Una vez te hayas respondido, organiza tus respuestas de manera que puedas encontrar tu motivación.

Recuerdo al tomar la decisión de emprender una nueva vida profesional y personal, más de una vez perdí el entusiasmo, sin embargo, el motor que me mantenía vivo y enfocado siempre fue la disposición de continuar a pesar de los obstáculos; y es que durante esa época leí que un hábito o un nuevo cambio, ya no eran 21 días como se solía decir, ni tampoco 66 días continuos, ya se comprobó que un nuevo cambio se debe hacer por un promedio de 250 días, para que se internalice en nuestro inconsciente.

El éxito se trata de perseverancia, sin embargo, vivimos en una cultura de la gratificación instantánea en la que no queremos tener que esperar. Llámalo como gustes, perseverancia, persistencia, o aguante, todo se resume en “disposición de hacer las cosas”, cuando ya nuestro entusiasmo se haya desvanecido. Hasta la próxima, guerrera, guerrero.

Lo Nuevo