Representantes de las diferentes actividades económicas del país alertaron sobre las consecuencias que se avecinan si los cierres continúan. Hicieron un...
- 26/11/2011 01:00
Ha sido catalogada de todas las maneras: una enfermedad, un trastorno, una etapa de la época adolescente y hasta como una moda se le ha nombrado. Lo cierto es que no solo pasa en mujeres jóvenes. En la actualidad, la bisexualidad se ha descrito como una manifestación que ahora es más pública y libre que en siglos atrás; la otra realidad es que siempre ha existido: el célebre escritor Shakespeare y el histórico Alejandro Magno son apenas algunos de los que han sido el blanco de discusiones frente al tema acerca sus preferencias y la gran posibilidad de que fueran bisexuales.
Cientos de investigaciones han tratado de dar con ‘el chiste’ de comprender la complejidad de la identidad sexual del ser humano, un imposible que más allá de estudios de la ciencia o preceptos religiosos, finalmente aterriza en los círculos sociales en el que las personas nacen, crecen y se desarrollan. Muchos pueden llamarte ‘la bicofundida’ o ‘la heteroflexible’ si eres de las que llevas cierto tiempo sin que ningún hombre te guste o también cuando tienes la certeza de que te atraen los hombres, pero también las mujeres.
¿Ellos, ellas o los dos?
C onocemos a una amiga (soltera, ennoviada, casada, madre) que se ha sentido segura de sus inclinaciones sexuales durante toda su vida: le han gustado, de hecho, le encantan los hombres. De un momento a otro, ‘comienza’ a ver a la figura femenina como una potencial compañera sentimental y sexual. Realmente, no es así de simple como se da el paso: la zozobra, la incertidumbre, el temor de ser juzgada por su familia y amigos y hasta las mismas ganas de experimentar en diversos planos emocionales, la han llevado a una confusión sentimental que es mucho más normal de lo que creemos. Esto no se da de un día para el otro.
El p sicólogo norteamericano John Buss arroja una interesante estadística: en la historia humana quizás el 2% de las mujeres han sido lesbianas o bisexuales. Hoy, la cifra aumenta al 15% de las mujeres jóvenes que se identifican como lesbianas o bisexuales, comparado con el 5% de los varones, según un artículo publicado por Psychology Today. Aterradora estadística para algunos, pero no para aquellas que están sumergidas en la cultura de un siglo XXI en el que las inclinaciones sexuales por personas del mismo sexo, ya tienen más visibilidad e incluso legislación en muchos países del mundo.