Contra toda posibilidad

ASESORA DE IMAGEN

Si yo conociera a una niña cuyo padre ni se interesó por ella al saber que nacería en unos meses, cuya madre y padre adoptivo se pelearan y alcoholizaran al punto de que uno de ellos se suicidara; una niña cuya vida fuera mudarse todo el tiempo sin poder crear lazos y echar raíces… si yo conociera a una jovencita casi ciega de un ojo, amiga del alcohol y las drogas, sin escuela superior… creo que le desearía únicamente que sobreviviera y encontrara algún destino relativamente decente o pasable, dada una niñez tan dura e inestable y una adolescencia crítica y desventajosa… pero no creo que podría imaginármela 30 años después siendo Demi Moore.

A lo largo de los últimos 20 años nos ha sorprendido con algunas buenas películas, mucho encanto, una voz ronca, dos portadas en Vanity Fair tremendamente memorables, una capacidad de reinvención y trabajo físico dignos de admirarse… quizás con más cuchillo que otras pero una disciplina y dedicación férreas para respaldar sus cirugías con mucho mantenimiento y cuidados… y saber llevar el pelo rapado, corto, largo o alrededor de dos hombres bellísimos de Hollywood en distintas épocas.

Y luego las cosas que más importan: 3 hijas adorables; su atención y tiempo enfocados en una organización que predica ‘hombres de verdad no compran niñas’, buscando eliminar la esclavitud sexual infantil. ¿Qué decisión se toma, en que momento, que la vida cambia para siempre? Cuál es el punto de quiebre donde Amy decide seguir hasta morir y Demi decide parar para vivir? Por si acaso, abramos bien los ojos, no vaya a ser que seamos nosotros el punto de quiebre en la vida de alguien, y seamos nuestros propios pequeños héroes…