The Velvet Underground y Andy Warhol, el arte del rock

Actualizado
  • 02/04/2016 02:00
Creado
  • 02/04/2016 02:00
Eran los años de la generación beat, la lucha por los derechos civiles y la experimentación a todos los niveles

En una fotografía de 1965, un bisoño Lou Reed de aire melancólico toca en el neoyorquino Café Bizarre sin saber que, poco después, la asistencia de Andy Warhol a uno de esos conciertos marcaría el futuro de la banda.

Por entonces, Reed era tan solo un estudiante de literatura inadaptado y con hambre de rock and roll, que había sido sometido a terapia de electrochoque por sus padres para ‘curar' sus tendencias homosexuales y su apetito por los estupefacientes.

Mientras tanto, Warhol, a sus treinta y siete años, ascendía como el incipiente príncipe del arte pop, y ensayaba ya la idea del ‘arte total' en su taller de Nueva York conocido como ‘The Factory', donde reunía en torno a fiestas y orgías a una fauna ecléctica que trataba de propulsar al estrellato.

Seducido por los ritmos sombríos e hipnóticos de The Velvet Underground, el cuarteto compuesto entonces por Lou Reed, John Cale, Maureen Tucker y Sterling Morrison, Warhol se convirtió en su manager y marcó con su sello los inicios de la banda, destinada a convertirse en una de las más relevantes del rock, como detalla la exposición que alberga la Filarmonía de París hasta el 21 de agosto.

Eran los años de la generación beat, la lucha por los derechos civiles y la experimentación a todos los niveles.

El neoyorquino barrio de Greenwich Village se convirtió en el refugio de músicos experimentales, directores de cine ‘underground' y poetas transgresores que desafiaban el consumismo y las convenciones sociales que encarnaba la América oficial.

Un ambiente tan rompedor como marginal que reflejan imágenes, carteles, revistas, cartas, carátulas de álbumes, vídeos -algunos creados específicamente para la ocasión- y sobre todo, mucha música, y del que se nutrió el sonido de The Velvet Underground.

La exposición también recorre el rol de personajes menores, pero que contribuyeron a moldear la banda, como Angus McLise, excéntrico primer batería del grupo que rechazó plegarse a los límites de tiempo de los recitales o recibir compensación económica por ellos.

También La Monte Young, cuya colaboración con Cale influyó de forma decisiva la identidad musical del grupo, y figuras cercanas a Warhol como la modelo Eddie Segwick, que inspiró el tema ‘Femme Fatale', y la musa transexual Candy Darling, a quién Reed dedicó ‘Candy Says'.

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