Visitar la historia de la capital a través de fotografías

Estas pequeñas historias, que cuentan cómo se veía la capital de antaño, provocan sorpresa, sonrisas y suspiros en los curiosos que asoman la vista.

Se trata de ‘Testigos de la Historia', una exhibición de tres partes que busca revelar los cambios registrados en el paisaje urbano de la ciudad a través del tiempo.

Esta muestra es una iniciativa del Museo de la Ciudad, que pertenece a la Comisión 500 años de Fundación de la ciudad de Panamá (PMA500). Además, es una de las decenas de actividades programadas hasta noviembre, como parte de la celebración de los 500 años de la ciudad en 2019.

La interacción con una pieza de este tipo, inusual en espacios públicos gubernamentales dentro del país, incita la conversación entre desconocidos. Un inesperado viaje al pasado a través del diálogo de la ciudadanía en torno a la urbe, una manera orgánica de convertir la memoria individual en colectiva, según sus organizadores.

INICIATIVAS PREVIAS

Cabe recordar que el Museo de la Ciudad aún no tiene un espacio físico. Pero esto no ha sido impedimento para que desarrollen actividades que fomenten la reflexión, el diálogo y difusión de temas relacionados a la capital istmeña.

En el caso de la exhibición ‘Testigos de la Historia' también existe un componente de retroalimentación haciendo uso de las herramientas modernas: cada visitante puede compartir sus fotografías propias de la antigua ciudad bajo la etiqueta #testigosdelahistoria

La segunda parte de la exhibición se inaugurará durante el mes de septiembre, en el que se celebra la fotografía en distintos puntos de Panamá, y la tercera en octubre.

Los espacios destinados para estos eventos de memoria colectiva y encuentro social serán la cerca exterior de los Archivos Nacionales y los árboles de la plaza Belisario Porras.

Las dos intervenciones tienen como objetivo dar a conocer el contenido incluido en dos libros que publicará PMA500 a modo de contribución en pos del acervo bibliográfico referente a la ciudad de Panamá.

Los ejemplares son ‘Un paseo por la ciudad' y ‘Panamá cosmopolita', este último, editado por la escritora, curadora y crítica de arte Adrienne Samos.

ACTIVIDADES ADICIONALES

El Museo de la Ciudad también ha impulsado su programa educativo ‘Mi Barrio', que incluye a 120 estudiantes de V y VI grado de cuatro escuelas públicas de Calidonia: Pedro J. Sosa, República de Chile, República Federativa de Brasil y República de Venezuela.

Gracias a este proyecto, los jóvenes realizan paseos a distintos puntos históricos de su corregimiento, como los Archivos Nacionales, la plaza Cinco de Mayo, el Museo Afroantillano, el Tribunal Electoral, el edificio El Hatillo, la Lotería y la plaza Porras.

‘Aprendí algunas calles, avenidas que no había conocido', ‘La calle El Pausílipo es muy bonita', ‘En el Tribunal Electoral se hacen las cédulas', son solo algunos de los comentarios de los niños que integran el programa educativo.

El propósito de este recorrido, según sus organizadores, es que los estudiantes aprendan sobre patrimonio y documenten con sus celulares lo que consideren patrimonio en su corregimiento.

Estos esfuerzos del Museo de la Ciudad se suman a dos iniciativas que ya ha producido con éxito: la Barbería 500 y la Radio 500.

La primera, que estrenó en la Feria Internacional del Libro 2016 y luego se paseó por varias comunidades del distrito, es una barbería antigua con mobiliario y accesorios de época. La instalación ofrece un viaje de realidad virtual a la ciudad de Panamá en 1671, justo antes de la llegada del pirata Henry Morgan. Como parte de la experiencia, los participantes debían dejar por escrito un recuerdo o historia de la capital.

La segunda iniciativa, una cabina de radio inspirada en los años cuarenta, debutó en la Feria del Libro pasada como un espacio donde capturar las historias orales de la ciudadanía con respecto a la ciudad.

Esta instalación también pretende visitar distintos corregimientos en el próximo año para recoger anécdotas adicionales. La intención de recolectar estos relatos, tanto escritos como orales, es que eventualmente formen parte de las exhibiciones del museo.