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La Ruta Colonial Transístmica de Panamá busca ser Patrimonio Mundial de la Unesco

- 08/07/2025 00:00
Panamá compite entre 30 sitios culturales y naturales de Brasil, México y otros, para convertir la Ruta Colonial Transítmica en Patrimonio Mundial de Unesco. La decisión de conocerá esta semana.
La Ruta Colonial Transístmica de Panamá, la Ruta Huichol de México y el Parque nacional Cavernas do Peruaçu de Brasil, forman parte de las candidaturas examinadas por la edición en curso del Comité del Patrimonio Mundial. Son territorios cada vez más amenazados por el cambio climático y los conflictos.
Esta sesión “debe más que nunca cumplir su promesa, la de un multilateralismo tangible, decidido, donde la cultura juega un papel importante para responder a los desafíos actuales, ya sea el cambio climático o las heridas de la guerra”, según la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, citada por la agencia AFP.
Las amenazas climáticas se multiplican y “casi tres cuartas partes de los sitios del patrimonio mundial ya enfrentan riesgos hídricos graves, como escasez de agua o inundaciones”, alertó, mencionando también la presión relacionada con el “sobreturismo, cuya denuncia se intensifica en todo el mundo”.
De los 56 bienes actualmente inscritos en la lista del Patrimonio Mundial en peligro, “la mitad lo están debido a las consecuencias directas de los conflictos”, agregó la directora general de la Unesco, cuyo mandato finaliza a finales de año.
Más de 1.200 sitios culturales, naturales y mixtos forman parte actualmente del Patrimonio Mundial.
Muchos de los sitios propuestos este año para su inclusión tienen un vínculo con la prehistoria, como los alineamientos megalíticos de Carnac, en el oeste de Francia, e incluso la candidatura natural brasileña, que cuenta con cuevas decoradas con pinturas rupestres.
México propuso la ruta precolombina de Huichol, que cuenta con decenas de sitios naturales sagrados a lo largo de 500 kilómetros por el centro-norte del país norteamericano, entre ellos el de Wirikuta.
La Ruta Colonial Transístmica de Panamá también busca su reconocimiento por la Unesco como elemento central entre los océanos Pacífico y Atlántico en el sistema de comercio desarrollado por España entre los siglos XVI y XIX en sus dominios coloniales.
El Sitio Arqueológico de Panamá Viejo, el Distrito Histórico de Panamá y las fortificaciones de la costa Caribe de Panamá - Portobelo y San Lorenzo-, ya son Patrimonio de la Humanidad.
Faltarían por incluir de la ruta los caminos coloniales que los unen -el de Cruces y el Real-, para lo que es necesario que se amplíen los límites del Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y del Distrito Histórico de Panamá, según la web de la Unesco.
En la ruta transístmica, los caminos de Cruces y Real fueron esenciales para enlazar la costa Caribe con la Ciudad de Panamá, en el litoral Pacífico.
El camino de Cruces conectaba la capital panameña con el fuerte de San Lorenzo, mientras que el Real desembocaba en Portobelo, ambos puntos clave del Caribe. Estas rutas atravesaban la franja más angosta del istmo, cerca de la actual ubicación del Canal de Panamá.
Construidos por los españoles durante el auge de la colonización, ambos caminos combinaban tramos terrestres y fluviales, y narran la historia socioeconómica de un territorio concebido desde sus orígenes como zona de tránsito y hoy dependiente de los servicios.
Estos trayectos se consideran los antecedentes directos de infraestructuras modernas como el ferrocarril transístmico y el Canal de Panamá, obras fundamentales para conectar Atlántico y Pacífico y facilitar el paso de mercancías, impulsando así la economía del país.
La inclusión de ambos caminos completaría la declaración como Patrimonio Mundial de toda la ruta que fue “parte crucial” de un sistema global que aseguró el monopolio español y la expansión colonial en América.
Desde 1997, las ruinas de Panamá Viejo y el Casco Antiguo, ubicados en la Ciudad de Panamá, forman parte de la lista de la Unesco.
Panamá Viejo alberga un conjunto de monumentos restaurados, con la torre campanario de 30 metros de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción como pieza central. Fundada en 1519, fue la primera ciudad española en la costa pacífica de América y se consolidó como un importante centro comercial entre Europa y el nuevo mundo. Hoy es uno de los principales atractivos turísticos de la capital.
En su época de esplendor llegó a albergar hasta 10.000 habitantes, pero fue destruida en 1671 tras un ataque del pirata inglés Henry Morgan. Según los historiadores, los españoles incendiaron la ciudad para evitar su saqueo total.
Tras su destrucción, la ciudad fue reconstruida en 1673 en la zona que hoy se conoce como el Distrito Histórico de Panamá o Casco Antiguo.
El sistema defensivo de la costa caribeña panameña también es Patrimonio Mundial, destacando los fuertes de Portobelo y San Lorenzo, declarados como tales en 1980 y desde 2012 inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro.
El castillo de San Lorenzo se alza sobre un acantilado en la desembocadura del río Chagres, un punto estratégico en la ruta transístmica. Desde allí se resguardaba el tránsito de mercancías procedentes del Pacífico, protegiéndolas de ataques piratas.
Entre los asedios más conocidos figura el de 1596, cuando el pirata inglés Francis Drake y su capitán Thomas Baskerville atacaron el castillo aún en construcción. También destaca la incursión de Joseph Bradley, capitán de Henry Morgan, quien en 1671 tomó y destruyó gran parte de la fortaleza.
Por su parte, el fuerte de Portobelo se sitúa en el pueblo del mismo nombre, que conserva otras estructuras coloniales que dan cuenta de la relevancia de este enclave en la red defensiva española del Caribe.