‘Nemnesia’ rinde tributo a la belleza femenina negra

Actualizado
  • 08/05/2024 00:00
Creado
  • 07/05/2024 16:50
La nueva exposición se presentará en el Museo de la Libertad hasta el 2 de junio

Históricamente los estándares sociales han negado a las mujeres negras la libertad de expresar su belleza, perpetuando una amnesia colectiva con respecto a sus experiencias. ‘Nemnesia’ busca rendir tributo a la belleza femenina negra.

Hasta el 2 de junio estará esta nueva exposición en el Museo de la Libertad. Sus organizadores pretenden, entre otras cosas, concienciar a la población que el vestir de una mujer afropanameña no debe ser catalogado como algo de “rakataka o chumerri”.

‘Nemnesia’ es una experiencia artística que presenta fotografías, cine y poesía. En los retratos fotográficos, participan: Thuswanka Mcree, Lamar Bailey Karamañites, Noah Edén Francis, Daryelis Mañon, Barbara Bannick de Blades, Génesis Becerra Ottey, Julyannette Haugton Arosarena y Dashira Wickham.

“Estas ocho mujeres, representan diversas bellezas negras. A través de ellas, exploramos la representación de la maternidad, la infancia, las identidades y expresiones de género, el colorismo y el legado de las ancestras, todo enmarcado en la noción de la belleza femenina”, detalló Jhojaddy Ramírez, quien capturó las imágenes y una de las curadoras de la muestra.

Mahogany Niles y Ninna Ottey son las otras curadoras de ‘Nemnesia’, la exhibición que ahonda en el concepto de “amnesia negra”, es decir “la pérdida de conexión e información experimentada por las mujeres negras dentro de la sociedad. Es un viaje a través del dolor, el amor, la introspección, la sanación y la celebración de la identidad y la resistencia”, agregó Ramírez.

Un paisaje sonoro

‘Nemnesia’ lo integra un ‘paisaje sonoro’ por voces de más de veinte mujeres. Algunas de las participantes pidieron mantener sus nombres en el anonimato. “Lo que sí podemos contarles es que en estos audios las mujeres fueron partícipes de un ‘círculo de la palabra’ una actividad en la que pudieron expresarse, aprender, retroalimentarse y a su vez compartir experiencias como mujeres negras en Panamá”, indicó Ramírez a La Estrella de Panamá.

Este paisaje sonoro narra experiencias relacionadas con el racismo, la transición hacia el cabello natural y la belleza de pertenecer a la comunidad afrodescendiente en Panamá. De allí, respondieron la pregunta expuesta en el Museo: ¿Qué es lo que más te gusta de ser una mujer negra?, añadió Ramírez.

“En sus relatos, hay muchas anécdotas incómodas y dolorosas que ellas valientemente nos quisieron manifestar, con respecto a vivencias de racismo y discriminación que experimentaron. Sin embargo, cabe resaltar, que la idea principal era demostrar que a pesar de los sinsabores, su trabajo interno, activismos, resiliencia y el apoyo de la comunidad afropanameña logró reafirmar el sentido de pertenencia, que las ha mantenido orgullosas de su identidad”, comentó.

Las organizadoras de ‘Nemnesia’ consideran que los estándares sociales impuestos por la sociedad han negado a las mujeres negras la libertad de expresar su belleza “debido a las experiencias racistas y discriminatorias que vivimos desde el momento de nuestro nacimiento, se nos enseña y se normaliza a negar nuestras corporalidades y nuestras experiencias identitarias. No podemos resaltar nuestra belleza física: alisar nuestros cabellos, nuestros peinados, sentir vergüenza por nuestro color de piel, la forma de nuestros cuerpos, ya sea curvilíneo por el estigma social, o sea muy plano, porque ‘se sale del status quo de cómo debe verse una mujer negra’”.

Esto también se evidencia en las críticas hacia la forma de expresarse. La vestimenta urbana es considerada “muy ‘rakataka o chumerri’, los aretes grandes, los estampados y el uso de colores vibrantes. Nuestras tradiciones son ‘extrañas’, el uso de collares con cuentas, bailar descalzas, bailar sin miedo a nada. Diariamente se nos impone seguir un patrón de estilo orientado a las ideas eurocéntricas que no representa nuestra afropanameñidad”.

Desde la exclusión física, empiezan otros problemas que, dentro del activismo se llama esclavitud mental. Esas concepciones que indican que la otredad y la diversidad, no deben formar parte de nuestra sociedad; logran que muchas mujeres tengan un completo rechazo de su historia y su cultura, sostuvo Ramírez.

La amnesia colectiva parte desde la punta del iceberg, remarcó. “La experiencia que vivimos todos los años cuando empieza el año escolar. Nuestros rizos, afros y peinados son malos, no son adecuados y no se ajustan a un reglamento interno que no respeta la multiculturalidad existente en Panamá. Vivencias de perfilamiento racial que experimentan nuestra niñez desde muy temprana edad; estamos hablando de la negación de nuestros cuerpos desde edades preescolares entre los cuatro y cinco años. Necesitamos urgentemente que, como sociedad, empecemos a tener verdaderos diálogos interculturales, empezando por el cambio en la institucionalidad y la preparación del personal docente”.

También se niega el amor hacia: las corporalidades, la identidad afrodescendiente y desde el proceso de la maternidad, como por ejemplo en la violencia obstétrica. “Diariamente, las mujeres negras, al momento de su embarazo, reconocen que han recibido algún tipo de vejación y discriminación al momento de realizarles procedimientos. Es común escuchar frases indicativas cómo, ‘las mujeres afrodescendientes tienen una tolerancia alta al dolor’, aún cuando científicamente no existan evidencias de la misma, o incluso, reciban insultos y bromas racistas por parte del personal médico”.

El activismo en la poesía

‘Nemnesia’ también presenta un video que es una coral poética en la que mujeres recitan el poema ganador del concurso “Afro Arte 2024” del colectivo internacional Afrounidad: ‘Ser de Color’ de la artista Myna (Mahogany Niles).

“El poema ahonda, precisamente lo que indicamos como Nemnesia, las diferentes maneras en las que la sociedad anula nuestro ser y nos priva de reconocer nuestra afroidentidad”, explicó Ramírez, quien fue la encargada de producir la coral con Irreverent Minds Films.

Retos por cumplir

Panamá, con relación a otros países de la región ha avanzado, desde la institucionalidad y protección de derechos de las personas afrodescendientes. Sin embargo, en el día a día, estos avances no se ven dentro de la población. “Lastimosamente, las personas consideran que en este país no existe el racismo, que hemos alcanzado la democracia racial bajo ‘el crisol de razas’, y porque ya celebramos el Mes de la Afropanameñidad, pero eso está muy lejos de la realidad”, criticó Ramírez.

“Necesitamos atacar este mal desde los centros educativos, que se entienda que los derechos humanos son universales, pero también son diferenciados considerando las diferentes realidades que puede vivir una persona de acuerdo a su edad, género, discapacidad, grupo-étnico y diversidad sexual. La historia de las personas afrodescendientes debe estar dentro de la currícula educativa, ya no debe ser manejada desde la folklorización y la asimilación cultural, sino verlo como lo que es: un tema de derechos”.

Para eliminar la discriminación hacia la mujer afropanameña, se necesita que el tema se priorice en las todas las instituciones como un eje transversal para generar políticas públicas y programas en beneficio a este sector, aún queda mucho por hacer. Adicionalmente, que se hable sobre los desafíos de las mujeres afrodescendientes más allá del mes de mayo o el 25 de julio, recomendó.

Jhojaddy Ramírez
Curadora
En sus relatos, hay muchas anécdotas incómodas y dolorosas que ellas valientemente nos quisieron manifestar, con respecto a vivencias de racismo y discriminación que experimentaron. Sin embargo, cabe resaltar, que la idea principal era demostrar que a pesar de los sinsabores, su trabajo interno, activismos, resiliencia y el apoyo de la comunidad afropanameña logró reafirmar el sentido de pertenencia, que las ha mantenido orgullosas de su identidad”,
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