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- 15/03/2010 01:00
PANAMÁ. Alrededor de setenta árboles, entre los que se encontraban variedades de jacarandas, robles y guayacanes, fueron podados en la vía Omar Torrijos en Albrook, sin autorización de las autoridades.
Concepción Chávez, director de Ornato del Municipio de Panamá, dijo a La Estrella que la institución no había otorgado permiso para realizar la poda. “No se hizo ninguna solicitud ni existe ningún expediente”, para ralear los árboles admitió el funcionario de la Alcaldía.
Advirtió que hoy hará una inspección en el área “para investigar sobre el asunto”, porque en una ocasión anterior la Dirección General de Mantenimiento de Áreas Canaleras (Digemac) podó árboles en el área del Cerro Ancón, sin autorización.
Y es que el Decreto 213 del 25 de marzo de 1993 establece a la Alcaldía de Panamá como custodio de la floresta de la capital. La entidad debe tramitar los permisos para la tala y poda de árboles en la urbe capitalina. La norma también dicta las medidas para regular la actividad.
Quien pode las ramas de un árbol en área pública, si se comprueba la falta, podrían ser sancionado con multas que alcanzan desde $5 hasta $10 por árbol, dijo Chávez.
La Estrella consultó la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos del Ministerio de Economía y Finanzas (UABR), entidad responsable del mantenimiento de las áreas verdes del sector, para conocer si eran los responsable del acto. Ulíses Barrera, subsecretario ejecutivo de la UABR, negó que así fuera “no tenemos conocimiento de La poda”.
El funcionario de la UABR dijo que una unidad de mantenimiento de las áreas verdes efectuará una inspección para investigar el hecho.
Por su parte, Modesto Tuñón, de la Autoridad Nacional del Ambiente, dijo que los árboles son cortados para evitar accidentes a los conductores que transitan por la vía. “Se cortan las ramas que están sobre las carreteras”.
Tuñón indicó que desconocía si se tenían los permisos para realizar la actividad, pero que se investigaría.
Los árboles fueron podados en sus ramas, lo que provoca que sus hojas se cayeran y “disminuye la capacidad de respiración de los árboles”, dijo Beyra de Watson, ingeniero forestal de la Asociación para la Conservación la Naturaleza (ANCON). Sin embargo, la ingeniero forestal, admite que no mueren porque aún pueden respirar por las raíces. Pero, sí pierde la función estética que cumplen en el lugar.
Además de aportar belleza en los islotes, los árboles también aportan fresco, sirven de sombra a los conductores y capturan carbono en el área, explicó Watsón.
Un botánico, que pidió reserva de su identidad, afirmó que “cortar árboles” forma parte de la cultura de los panameños. “Esta es una herencia que nos dejaron los españoles”.Él atribuye el acto al desconocimiento de la población sobre la importancia de estos para detener el calentamiento global.
Los árboles de guayacanes y jacaranda son usados como ornamento, crecen altos y muy fuertes.