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- 19/03/2013 01:00
Una pintura donada hace tres años al patrimonio británico por un particular, y atribuida entonces a un discípulo de Rembrandt, acaba de ser identificada como obra del propio maestro holandés cuyo valor cotizaría en 20 millones de libras.
La autentificación del cuadro no parece dividir a los expertos, como sí ha ocurrido con los hallazgos recientes de supuestas obras de Caravaggio o Da Vinci, porque tiene el respaldo del principal experto mundial en el gran artista del siglo XVI, Ernst van de Wetering.
Un Rembrandt, de 29 años, luce una gorra tocada de una enorme pluma blanca en ese autorretrato fechado en 1635 que hoy cuelga en la abadía de Buckland, en el suroeste de Inglaterra, después de haber permanecido almacenada durante dieciocho meses sin que sus responsables sospecharan que se trataba de un original. La obra había sido cedida al National Trust (patrimonio del Reino Unido) por los herederos de lady Edna Samuel, cuyo marido, un empresario inmobiliario, fue un importante coleccionista de arte holandés y flamenco. Cuando la pintura fue ubicada en el recinto de Buckland -antigua casa del siglo XVI donde vivió el pirata y traficante de esclavos Francis Drake- todavía se daba por buenas las conclusiones establecidas en 1968 por el Proyecto de Investigación Rembrandt de que se trataba de la obra de uno de los seguidores del maestro.
Van de Wetering, presidente del citado organismo, atribuye a los nuevos análisis de la pieza con rayos X, y a toda la información recabada en las últimas décadas sobre las fluctuaciones del estilo del artista holandés, la posibilidad de establecer ahora y con certeza la autoría de Rembradt.
Las crudas pinceladas y la técnica de la pintura en el autorretrato corresponden, según el experto, a otras obras de la primera etapa de la carrera del maestro.