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- 26/12/2013 01:00
- 26/12/2013 01:00
PANAMÁ. Hace poco más de un mes se estrenó El abogado del crimen. Su cartel de promoción presentaba las figuras de cinco de las estrellas mejor pagas y reputadas de Hollywood: Brad Pitt, Cameron Díaz, Penélope Cruz, Javier Bardem y Michael Fassbender. Un elenco bastante tentador, pero la película, dirigida además por Ridley Scott, uno de los directores más respetados de la industria, no cumplió con las expectativas y fue muy criticada por la prensa y el público.
Con Mejor… ni me caso sucede algo similar. Pareciera como si el cartel de promoción volviera a preguntar si acaso se precisa algo más que todas esas figuras para incentivar al público a ver una película. Y la verdad es que uno se entusiasma cuando un filme cuenta con grandes actores, pero también le pesa más cuando no se hace justicia a sus talentos.
En esta ocasión, llama la atención cómo actores de la talla de Robert De Niro son completamente desperdiciados en una comedia liviana y sin desafíos. El guión, y la película en general, no están a la altura de él ni del elenco. Qué habrán pensado Susan Sarandon o Diane Keaton cuando vieron por primera vez el resultado final de la película.