Lectura de las series con contenido sexual en la audiencia juvenil

La sexualidad sigue siendo un tema tabú tanto en los hogares como en los centros educativos de algunos países de la región. De acuerdo con especialistas en el tema, los padres son las principales guías para sus hijos, por lo que deben empezar a dialogar con ellos sobre sexo a partir de los tres años edad, ya que hoy con el avance tecnológico, alrededor del 86% de los niños y adolecentes entre 9 y 15 años de edad en el mundo cuenta con un celular propio, de modo que podrían recibir esa información por otras vías y afectaría o podría repercutir de forma negativa en sus vidas.

Actualmente en las series Sex Education, Euphoria, Big Mouth, Skins o Pose, todas emitidas por Netflix, y en las series de televisión The Inbetweeners o Normal People, los adolescentes son protagonistas, pero además se abordan temas como el inicio de la pubertad, el autoplacer, la pérdida de la virginidad, las relaciones entre el mismo sexo, y el consentimiento. Aspectos que pocas veces son conversados, pero a los cuales los jóvenes acceden, y merecen una respuesta.

De acuerdo con Amalia Gordóvil Merino, doctora en psicología, profesora colaboradora en la Universidad Oberta de Cataluña, España, y psicóloga familiar en el Centro Grat en Barcelona, en una serie dirigida al público adolescente va a haber sexo porque los creadores saben que es un tema interesante y que se descubre en esta etapa de la vida.

“No soy quién para hablar de tendencias, pero por mis conversaciones con adolescentes y familias pienso que se tiende hacia un contenido cada vez más explícito”, dijo Gordóvil durante una entrevista con Cuidateplus, una plataforma de prevención y educación en salud.

Según la psicóloga, en un capítulo de la serie Euphoria un adolescente propuso cierta práctica sexual a su novia que se acercaba al porno, sin ser él consciente de ello porque lo asume como algo normalizado. “Este capítulo fue positivo porque se puso de manifiesto que algunos adolescentes asumen el porno como algo normativo porque es lo que ven en series, publicidad, etcétera, y esto fue criticado y rechazado por su pareja”, detalló.

A su vez, la experta afirmó que los medios de comunicación son agentes de socialización que “nos presentan modelos de comportamiento o prototipos de cómo debemos ser. El ejemplo más claro lo encontramos en la imagen y el físico: la sociedad de consumo nos presenta un prototipo de perfección irreal ansiado por gran parte de la población”.

Agregó que esto no es una excepción para los adolescentes, quienes están en un proceso de construcción de su identidad. Por tanto, las series son influyentes sin duda, ya que existe un gran consumo de series actualmente por la población, en general, y por la población adolescente, en particular, y aún más en la etapa de confinamiento vivida por la pandemia.

En ese sentido, Eliécer Pérez Rivera, psicólogo de familia y parejas resaltó que ante esta realidad que vivimos con la pandemia, son muchas más las personas que se sienten atraídas por las series mediantes plataformas o canales de televisión, y entre ellas están los adolescentes.

En ese caso es importante que los padres dejen el tabú a un lado y conversen con los hijos de estos temas, porque después buscarán esa información por otras vías y no serán las adecuadas.

Argumentó que muchas veces los padres no saben cómo hablar de sexualidad con sus hijos, algo que a la larga puede perjudicar la confianza y el aprendizaje de los adolescentes. Según Rivera, los padres tienen que tratar el tema con total libertad y naturalidad y hablarlo con sus hijos desde pequeños. Esto provocará que los niños tengan suficiente confianza para, más adelante, preguntar cualquier duda que puedan tener y no se sientan coartados. “De este modo adquirirán conocimientos y habilidades que les servirán para vivir sus propias experiencias y tomar sus propias decisiones”, argumentó.

Igualmente enfatizó que los padres tienen que abordar las situaciones y emociones que vayan surgiendo sin hacer juicios de valor ni basarse en prejuicios, porque estos temas se tocan en casa y no en las escuelas, que de hecho, son muy pocas las que brindan esta información porque la educación sexual es un tema que causa polémica en nuestro país.

Sin embargo, reconoció que no todos los jóvenes son irresponsables, por ende los padres deben intentar desprenderse de esta imagen equívoca de los adolescentes y el sexo.

Luciana Torres, creadora de 'Mamá conectada', un espacio donde se brindan herramientas para la crianza en el mundo online y offline señaló a Infobae que los jóvenes pueden contactarse con sus amigos desde múltiples plataformas (las consolas de videojuegos, las salas de chat de las aplicaciones en las tablets, entre otros), pero el celular les permite acceder a una independencia mayor porque se pierde el control de la actividad que desarrolla en él.

Remarca que “los padres deben educar a los chicos a ser ciudadanos digitales responsables, tal como se los educa para la vida offline”. Según Torres, día a día se deben establecer pautas claras, entender cómo funcionan las redes, aplicaciones, los riesgos que existen (algunos iguales al mundo físico y otros nuevos), mantener una mente abierta y una comunicación intensa. “La tecnología no es ni buena ni mala, todo depende del uso que se haga de ella”, destacó Torres durante la entrevista.

Anotó que todos los celulares poseen la opción de configurar la privacidad y seguridad, una forma de definir qué información se publica (por ejemplo, la geolocalización en las redes sociales), qué información nuestra se muestra y también, qué tipo de apps, películas o videos se pueden abrir. “Al darle el primer celular a tu hijo, es clave que logres entender cómo funcionan estas especificaciones, establecer cuáles son los sí y los no adecuados para cada niño según su edad y características personales”, subrayó la experta, según Infobae.

Según Pérez, uno de los problemas en el país es que no existe una ley que permita a los colegios públicos incorporar en sus guías educativas temas de salud sexual, a diferencia de los colegios privados.

En marzo de este año, el diputado Gabriel Silva presentó ante el pleno de la Asamblea Nacional el anteproyecto de ley, “que establece el programa de educación para la prevención de embarazos en menores de edad, infecciones de transmisión sexual y delitos sexuales en Panamá”, que es el país que tiene uno de los índices de gestación precoz más altos de la región.

La propuesta de ley plantea que se combatan estos tres problemas mediante la educación, y surge en medio del escándalo de abusos sexuales y maltratos físicos y sicológicos a menores en albergues, instituciones que están supervisadas por el Estado a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf).

“Estos tres problemas no son de ahora, sino de hace mucho tiempo. El caso de la Senniaf los sacó a relucir. El proyecto lo que busca es resolverlos por medio de la educación, que es clave en estos aspectos”, explicó a la agencia EFE Silva.

Datos de la Caja de Seguro Social (CSS) revelan que entre el año 2014 y 2018 se produjeron más de 58 mil embarazos en niñas y adolescentes. Mientras que en las salas de parto de la CSS, en el año 2018 ingresaron 830 menores, en edades de 10 a 19 años.

Los adolescentes hoy enfrentan problemas variados y complejos relacionados con la salud sexual y reproductiva, incluyendo conductas sexuales de riesgo, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el VIH.

Ana Domínguez, ginecóloga de la CSS, explicó en un comunicado de prensa que la etapa de la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y mentalmente, dando inicio a los caracteres sexuales secundarios, y alcanza la capacidad reproductiva que constituye el paso de la infancia a la edad adulta.

La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios constantes, en las que el deseo y los impulsos sexuales dominan. Hay que ofrecer una buena educación sexual porque los jóvenes están expuestos y deben conocer los riesgos en esta etapa de crecimiento físico y mental, destacó Dominguez.

“Es importante la información oportuna y veraz que les permita desarrollar conductas y comportamientos sexuales correctos en su vida”, insistió.

En ese sentido, Pérez también acotó que hay que educar y reeducar a los jóvenes, porque todo lo que ven en la televisión o en las plataformas tratan de “imitarlo”. “Por ejemplo, si ven escenas de personas desnudas o el que perdía la virginidad con un orgasmo simultáneo, todo eso, si no están bien informados de ello, puede que al momento de practicarlo conlleve a riesgos mayores, ya sea de un embarazo no deseado o alguna enfermedad”, sustentó.

El inicio temprano de la vida sexual de los jóvenes conlleva muchos desafíos. Es vital dotar a los adolescentes de la información necesaria sobre los riesgos que tienen las relaciones sexuales sin protección (embarazo precoz, enfermedades de transmisión sexual, etcétera).

Ana Domínguez, ginecóloga de la Caja de Seguro Social (CSS), recomienda tener una comunicación abierta con los jóvenes y hablarles sobre otras formas de demostrar sus sentimientos, sin necesidad de llegar a tener relaciones sexuales.

“Pero hay que estar claros en que un alto porcentaje de los adolescentes tienen relaciones sexuales durante la escuela secundaria, por lo que los profesionales de la salud, los educadores y los padres, deben orientarlos y hablarles”, señala.

Aseguró que el Ministerio de Salud (Minsa) y la CSS cuentan con espacios para ofrecer servicios amigables a los adolescentes. En ellos se les brinda asesoría para la prevención de enfermedades de transmisión sexual y evitar los embarazos adolescentes. “La prevención de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos en adolescentes es la abstinencia”.