Este martes 18 de marzo se llevó a cabo el sepelio del cantante panameño de música urbana Chamaco.
El artista fue asesinado de varios impactos de bala...
Desde el año 2005, el Festival de la India –también conocido como Ratha Yatra (en sánscrito Ratha significa carroza y Yatra significa peregrinaje o procesión)– acerca la cultura y las tradiciones de esta nación asiática a los miles de asistentes que se reúnen cada año para una celebración que comenzó hace 5.000 años y que, en la India, congrega anualmente a más de un millón de personas que celebran el regreso de Krishna a Vrindavan, el pueblo de su infancia.
El festival es organizado en Panamá por la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna (Iskcon Panamá, por sus siglas en inglés) y, por su multiplicidad de actividades, logró reunir en la última década a entre 3.000 y 5.000 personas que asisten cada año.
El Ratha Yatra de este año comenzará desde las 3:00 p.m. con un desfile de carrozas que partirá desde el estacionamiento situado al lado del hotel Miramar de avenida Balboa y terminará su recorrido en el anfiteatro Mirador Pacífico de la cinta costera, en el que a partir de las 4:30 p.m. será el punto de encuentro de una celebración en la que se presentarán diferentes espectáculos de baile y música tradicionales de la India, oficiados por grupos nacionales e internacionales, así como funciones de teatro, charlas y distintas actividades de índole cultural además de una variedad de gastronomía hindú que se ofrecerá a los asistentes de forma gratuita.
Janet Vásquez, vocera y parte del comité organizador del evento, explicó que tanto la carroza grande como la pequeña que estarán en el desfile son ‘templos sobre ruedas’ que están decorados con flores y que llevan dentro a las deidades Sri Jagannãtha, Baladeva y Subhadrãa, Krishna y Srila Prabhupada. Las carrozas a su vez son jaladas por los mismos asistentes del evento en un ambiente que se caracterizará por la música en directo y el canto de mantras mientras se llega al destino final del recorrido.
“Si quieres tener un panorama amplio de lo que hace el movimiento Hare Krishna en Panamá, sin duda esta es una cita súper especial. Es una oportunidad para ver de todo un poco: gastronomía, cultura, espiritualidad, música, bailes y, lo más importante, el desfile de carrozas que es una oportunidad única para tener una experiencia hermosa”, expresó.
Vásquez igualmente apuntó que la experiencia vivida en el Festival de la India abre la puerta para que se conozca más sobre la organización Iskcon Panamá, que entre otras actividades realiza la distribución gratuita de platillos vegetarianos denominada Food for Life –que se reparte a personas en situación de necesidad varias veces al año en las ciudades de Panamá y Colón–, así como las clases dominicales que se realizan cada mediodía en el templo Hare Krishna de Panamá, en Villa Zaíta.
Vásquez comentó a La Estrella de Panamá que empezó a integrarse en el movimiento Hare Krishna desde el año 2013.
“Siempre me llamó mucho la atención la cocina vegetariana y la espiritualidad. Yo iba al templo hindú y me parecía súper bonito lo que sucedía allí. Fue una vez que me hablaron del templo Hare Krishna que está en Villa Zaíta. Cuando fui quedé impactada y no sabía que se celebraba un evento de estas características como este festival. Ya para cuando yo llegué, se venía haciendo esta celebración desde hace ocho años y fue así que empecé. Me gustó mucho y me fui involucrando en muchas actividades y quedé siendo parte de la organización del festival”, dijo.
Cada vez que se termina una edición del festival, automáticamente se piensa en la próxima, así como en las actividades que se van a ofrecer y los artistas que se van a traer del extranjero para brindar una mejor experiencia a los visitantes.
“Empezamos a planificar el siguiente festival con mucha alegría, ya que vemos con mucho detalle cuáles van a ser las flores que decorarán las carrozas que estarán presentes en la edición del próximo año y además vemos otros aspectos como la comida, que siempre la tenemos pensada para todos los paladares. No le ponemos ni mucho picante ni tantos condimentos para que, de repente, las personas que prueben estos platillos por primera vez, los puedan tolerar bien. En fin, lo vivimos como una fiesta muy grande y no puedo explicar el entusiasmo y la energía que se desprende en el desfile, que es una parte importante y muy bonita, y mientras estamos en el desfile, cantamos los mantras que en sánscrito significan la liberación de la mente, y hay personas que nos comentan que mientras hacen todo esto, sienten que van flotando. Es tanta la energía espiritual y la alegría que se desprende”, resumió.
Por su parte, Sanjeev Khatwani, también organizador del Festival de la India, manifestó que el evento es una ventana hacia la cultura hindú y es una ocasión propicia para compartir lo que se celebra en ese país.
“Hace 20 años, cinco familias (amigos todos) que estábamos en Colón queríamos replicar el Festival de la India en Panamá, ya que se hacía en varios países del mundo. Uno salía con ideas para la carroza, y otro planificaba la ruta y conseguía los permisos. Cada uno trae su talento y desde ese tiempo nosotros coordinamos este evento en un esfuerzo al que se unen muchas personas y, gracias a Dios, seguimos con el mismo entusiasmo. Me motiva mucho el intercambio cultural y compartir con las comunidades panameña e hindú en estas actividades con las que se generan lazos cercanos de comunicación”, añadió.
Quien trajo el festival a occidente por primera vez fue Bhaktivedanta Swami Prabhupada, que en el año 1966 desembarcó en Estados Unidos, y es conocido por ser autor de 80 libros autoritarios védicos y traductor de numerosos escritos del sánscrito al inglés para transmitir la filosofía del Hare Krishna a la esfera occidental. Un ejemplo es la traducción del Bhagavad Gita, que es un sagrado texto hinduista y es considerado uno de los libros religiosos más importantes del mundo.
Es así que el primer Ratha Yatra de occidente se celebró en el año 1968 en la ciudad estadounidense de San Francisco, y hoy se celebra en ciudades como Santiago de Chile, Bogotá, la ciudad de México, Londres, París y Sídney, entre otras.