Sin voto en el sistema de salud

GUATEMALA. Ayer fue el Día de los Derechos Humanos, celebrado cada 10 de diciembre, desde la aprobación, en 1948, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

A unque este año la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemoraron el día con una mesa redonda sobre la salud y los derechos humanos de las personas mayores, en Washignton, Estados Unidos, la página virtual de la OMS llamó la atención sobre el derecho de la salud de los jóvenes.

MENORES DE EDAD

‘El derecho a disfrutar del máximo grado de salud que se pueda lograr es uno de los derechos protegidos de manera explícita en los instrumentos de derechos humanos’, dice la noticia colgada en www.who.int/es/.

A través de la OPS en colaboración con la Real Embajada Noruega en Guatemala se realizaron 11 talleres como parte de la estrategia regional para mejorar la salud de adolescentes y jóvenes y el Plan de acción. Para tal fin se realizaron 11 talleres, entre 2008 a 2011, con jóvenes y mujeres y hombres en situación de vulnerabilidad (incluyendo las personas que viven con VIH/sida; y las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales e intersexuales, referidas en su colectividad como ‘LGTB’. La asistencia promedio a los talleres fue de 35 participantes.

E stos ejercicios de capacitación tuvieron como finalidad evaluar la situación actual de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los jóvenes y otros grupos que se encuentran en situació n de vulnerabilidad.

CENTROAMÉRICA

El estudio sirve de referencia para la región centroamericana, donde se alista Panamá.

El documento encontró que la legislación nacional, las políticas y los planes no incorporan las necesidades de los jóvenes, en particular, las medidas para proteger su derecho a la privacidad y la protección del consentimiento informado.

Existen altas tasas de embarazo en las adolescentes y de suicidio de adolescentes, en particular en las adolescentes jóvenes. Existe también el problema de un acceso insuficiente a los servicios y a la educación sexual. Esta situación se aplica a los servicios de orientación familiar y a los programas de educación de los padres.

Esta circunstancia atañe también a los servicios de salud sexual y reproductiva seguros, legales y confidenciales dirigidos a los adolescentes, que ofrecen el acceso universal a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo en materia de infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual.