Los alimentos son medicina
- 23/11/2025 00:00
Por años hemos subestimado el poder curativo de los alimentos. Como científico tengo una apreciación muy particular sobre la comida. Y es fácilmente entendible si lo analizamos en función de cómo responde el cuerpo a las cosas que ingerimos. Si consumimos productos dañinos, vamos a tener una consecuencia negativa, al igual que si ponemos un aceite malo de motor en el auto. Si comemos alimentos buenos, las defensas de nuestro cuerpo reaccionan muy bien. Y así es como conseguimos que un carro se conduzca no solo bien, sino también durante más tiempo.
Por más de 40 años hemos estado inmersos en el campo de la ciencia de la nutrición, intentando encontrar mejores productos para prevenir enfermedades como: cáncer, pérdida de la visión, inflamaciones o complicaciones de diabetes. Y algunas de estas cosas son verdaderos retos porque para poder desarrollar mejores productos, tuvimos también que experimentar empíricamente para ver si funcionan. ¿Funcionan en la célula? ¿Funcionan en humanos? ¿Cuáles son los beneficios finales?
Sabemos que estas cosas son las que los reguladores de salud obligan a los científicos a invertir antes de que obtengamos una respuesta de sí o no. Entonces, cuando usted escucha la frase: “la comida es medicina”, somos una de esas personas que realmente está invirtiendo tiempo y haciendo la investigación. Lo que ha sido una sorpresa es que cuando echamos un vistazo a los ensayos de medicamentos contra el cáncer, los sistemas experimentales que prueban los medicamentos contra el cáncer, uno de los cuales era matar de hambre al cáncer cortando su suministro de sangre, encontramos extractos de limón, lavanda, té verde y aceite de oliva. Y la gran sorpresa es que la mayoría de las sustancias alimenticias son mejores que las drogas. Y eso nos abrió los ojos a esta nueva oportunidad de poder pensar realmente en la comida como medicina.
Y al final eso es lo que creemos que le importa a la gente si estamos encontrando propiedades anticancerígenas en los alimentos. Si echamos un vistazo al mecanismo de defensa de nuestros cuerpos, encontramos que una infección viral, ya sea COVID, gripe, o hepatitis, podría requerir el mismo sistema de protección que el cáncer. Y esto en realidad se remonta a nuestros cinco sistemas de defensa de la salud. Ahora, nuestro endotelio, las células que recubren el sistema vascular (vasos sanguíneos), son extraordinariamente importantes. Cuando se trata de COVID-19 estamos hablando del sistema inmunológico. Y la inmunidad es nuestra primera línea de defensa contra los invasores del exterior del cuerpo, las bacterias, los virus, incluido el coronavirus. También son la primera línea de defensa contra los invasores del interior de nuestro cuerpo y que son las células cancerosas.
Entonces, ¿qué alimentos podrían realmente ayudar a nuestro sistema inmunológico? Sorprendentemente se descubrió que el COVID no solo era una enfermedad respiratoria, sino que también era una enfermedad vascular. Aunque las personas a veces descartan el COVID como un resfriado, sabemos que este pequeño virus furtivo también puede ingresar a los vasos sanguíneos. Y quizás en parte sea por eso que vemos que algunas personas, alrededor del 30 % de los contagiados, terminan teniendo un caso leve de COVID, pero más prolongado y que son estos efectos extraños a largo plazo en el cuerpo que pueden deberse a una inflamación crónica del sistema vascular.
Y así vimos también algunas cosas realmente interesantes sobre las personas que parecen ser más resistentes a contraer COVID. Ya en 2020 se sabía que algunas personas tenían más bacterias intestinales llamadas “ruminococcus” que parecen aumentar la capacidad del sistema inmunológico para bombear una citoquina antiviral, un asesino de virus natural llamado interferón-gamma. Y cuando observaron los alimentos que la gente comían para cultivar ruminococcus, descubrieron que comían muchos frutos secos y bebían té verde y jengibre (https://drwilliamli.com/10-things-to-eat-right-now-to-fight-back-against-covid-19/).
Y así, a partir de allí se comenzó hacer un análisis profundo sobre este tema. Era como arrancar la página de un libro de jugadas estratégicas y ponerla en contraluz en uno nuevo, para echar un vistazo a los alimentos que parecían tener un efecto contra el COVID, ya sea fortaleciendo el sistema inmunológico o interceptando el virus en sí. Todo, desde el hidroxitirosol, un potente antioxidante que se encuentra en el aceite de oliva hasta los polisacáridos (alginatos, carragenatos, fucoidanos) y fitohormonas (auxinas, citoquininas, giberelinas) que se encuentran en las algas marinas. En el té verde, el galato de epigalocatequina también parece interferir con la unión viral. Y así, una vez más, no podemos descartar los alimentos como una de las soluciones, no solo para combatir enfermedades, sino para apoyar nuestra salud que es siempre lo más importante