Luchar sin permiso
- 12/08/2025 00:00
“Luchar sin permiso” es el título de mi próximo libro. Presentado en la Feria Internacional del Libro Virtual en agosto de 2021, por la pandemia no se publicó. Ahora impreso, aproveché para agregarle algunos datos de los más de 60 años que he vivido en la política. Estará disponible en la próxima Feria del Libro.
El prólogo lo escribió el doctor Adán Arnulfo Arjona, expresidente de la Corte Suprema de Justicia. Comenta esta nueva versión del libro el amigo Luis Eduardo Henao Yepes, conocido cultor de la literatura panameña a través de su librería Cultural Portobelo.
Este libro tiene como tema central mi vida política, donde si bien no he sido monedita de oro para algunos, para muchos he sido un incansable luchador por la democracia y la ética política. En él se cuentan episodios de ese recorrer que marcaron mi vida, como lo fue el encarcelamiento por 7 días en la Modelo en octubre de 1965, hace 60 años, junto con otros 24 jóvenes demócrata-cristianos que protestábamos ante el Ministerio de Salud por la persecución que llevó a cabo el gobierno liberal de Marco Robles contra dirigentes demócratas cristianos que denunciaban sus actos de corrupción. O del otro encarcelamiento tres semanas antes de la invasión, donde, junto con el exlegislador de Bocas, Francisco Artola, de regreso de Washington, donde participamos en reuniones en la OEA que trataron situación política de Panamá. Al llegar a Tocumen desde Miami, unidades del G2 nos esperaban en la puerta del avión y nos secuestraron, llevándonos en jeep al G2 en la avenida A, luego de taparnos la cara con un espeso fieltro que nos dificultaba la respiración, esposándonos en la espalda. El oficial que dirigió la operación, mayor Nino Vaprio Montenegro, luego me contó que tenía órdenes de Noriega de matarme. En 2015, cuando pude conversar tantas veces con el depuesto militar en El Renacer, le pregunté: “¿Por qué carajos me mandaste a matar?”, lo cual negó rotundamente.
Allí encontrarán los detalles del concurso —del cual nunca me enteré se había efectuado— que gané como “el alcalde más ladrón en la historia de Panamá”, a través de quien me reemplazó en el cargo. Largas páginas, pagadas con fondos municipales, se encargaron de divulgar semejante campaña de desprestigio que, como toda mentira, se cayó de su peso porque mi gestión, de acuerdo con el contralor Carles, había sido totalmente transparente.
Eso motivó una larga disputa judicial que al final, quizás ya cuando estaba a punto de ganarla, decidí voluntariamente ponerle fin. Mi tranquilidad era más valiosa.
O de mis disputas con Ricardo Martinelli, a cuyo partido —Cambio Democrático— acusé en el año 2001 ante la Fiscalía Electoral por estar cobrando cuotas partidarias en el Idaan a todos los allí nombrados, algo inconstitucional. Esas “contribuciones” se cobraban de acuerdo a tabla establecida en resolución firmada por el propio Martinelli. Fueron 13 funcionarios los que fueron sancionados al comprobarse la veracidad de mi denuncia.
Igualmente, denuncié las empresas vinculadas a él que tenían contratos con los carros cisterna en el Idaan. Ello motivó su ira. Me demandó, llegando a secuestrar mi salario como catedrático en la Universidad de Panamá. Quizás alguien le recomendó que buscara arreglarse conmigo. Promovió acabar todo, lo cual ocurrió con una simbólica indemnización por el daño causado.
17 años en la dirección del PDC, como secretario general y como vicepresidente. 33 años como docente universitario. 15 meses como alcalde del distrito. Más de 9 años como legislador de la República, 3 años y medio como embajador de Panamá en la OEA, mis años en la Universidad de Panamá, han marcado toda una vida al servicio público, sin nada que enturbie ese camino, más que los sinsabores que en ese recorrer se conocen, como el perder mi cargo de vicepresidente del PDC en el Congreso partidario de agosto de 1991.
Con mis defectos y virtudes, he sido un político “imprudente e inconveniente”, como me calificaron cuando estuve en la OEA sobre mi labor diplomática. Pero siempre con un norte: desenmascarar a quien crea le está haciendo daño al país con sus actuaciones en la vida pública. Esa actitud me ha conquistado enemigos, sobre todo los que se consideran intocables, pero me ha ayudado a tener un sueño conciliador cada vez que cierro los ojos al dormirme cada día.
El libro estará disponible en los supermercados Riba Smith, las librerías El Hombre de la Mancha, en Cultural Portobelo y Gran Morrison.