Panamá: un gobierno y un pueblo con escasa educación socioemocional (II)
- 08/06/2025 18:55
Meduca: la transformación en la educación empieza con transparencia. Sin transparencia, no hay legitimidad En una institución pública como el Ministerio de Educación (Meduca), ser transparente es una obligación, no una opción. Ser transparente es tan sencillo como decir la verdad, mostrar lo que se hace y permitir que otros vean, pregunten y reciban respuestas con honestidad.
A juzgar por sus acciones, el Meduca no ha comprendido aún lo que representa la transparencia ni el impacto que ejerce en la sociedad.
Desde nuestra perspectiva, queremos creer que se debe más al desconocimiento que a una mala intención. Y por eso, queremos explicarlo con palabras sencillas y claras.
Un ejemplo simple de transparencia es cuando hacemos algo con dinero que no es nuestro —por ejemplo, el dinero del pueblo— informamos a todos de manera clara y honesta cómo lo usamos.
También como si nos dieran una mochila con libros para repartir, y contáramos cuántos libros nos dieron, a quiénes se los dimos, y si nos equivocamos, cómo vamos a corregirlo.
Pero cuando una institución calla, oculta información, altera datos o evada preguntas, eso no es transparencia cuando cambia los datos o evita preguntas, eso no es transparencia.
Eso es ocultar. Y ocultar genera sospechas, debilita la credibilidad, rompe el vínculo con la comunidad y perdemos unas de las cosas que más debemos cuidar como lo es nuestra integridad y autoridad moral.
El Meduca ha hecho muchas cosas sin explicar: ha adquirido plataformas educativas como ESTER y la librera digital por un valor de $30 millones, sin que estas funcionen, ha operado sin rendir cuentas claras es decir sin fomentar una cultura de transparencia y buena gestión que por naturaleza le corresponde y ha tomado decisiones importantes sin rendir cuentas.
Y hay algo más que tampoco explican: ¿cómo se eligen los temas para capacitar a los docentes? ¿Quién y cómo se deciden qué cursos dar y qué capacitadores contratar?
¿Se les pregunta a los docentes qué necesitan? ¿Se informa cuánto cuesta cada capacitación, cuántos asisten, y si eso mejora la calidad de la educación?
Porque si no se mide el impacto, si no se comparte la información, si nadie puede evaluar los resultados, entonces no hay transparencia, más bien se podría considerar como una simulación.
Donde no hay transparencia, la confianza se desvanece y el respeto se pierde.
Todo esto es importante porque la educación no es un negocio privado. Es un derecho de todos. Y cuando una institución como el Meduca no muestra lo que hace, no está cumpliendo con su deber. No se trata de atacar, se trata de enseñar. Y por eso este mensaje: porque educar con el ejemplo es más poderoso que cualquier discurso, por elocuente o motivador que sea.
Imaginemos que un niño ve a un adulto esconder los errores, mentir sobre los resultados, o no responder cuando se le pregunta algo importante.
¿Qué va a aprender ese niño? Va a aprender a hacer lo mismo. Por eso decimos que, incluso sin hablar, también se educa.
Y si se siembra opacidad, falsedad, se cultivan ciudadanos sin valores ni compromiso.
La transparencia no es una palabra elegante: es una práctica diaria. Es abrir la puerta y dejar que la gente vea. Es decir, la verdad, aunque cueste.
Es rendir cuentas con humildad y corregir con responsabilidad.
Con nuestra mejor intención pedimos al Meduca que:
Publique sus decisiones, sus gastos y sus resultados. Explique cómo se eligen los proyectos, programas y personas. Permita que otros evalúen, critiquen y propongan mejoras. Haga partícipe a toda la comunidad educativa, porque la educación es tarea de todos. Por eso, además de este mensaje claro y pedagógico, anunciamos que estaremos desarrollando una serie de webinars gratuitos sobre transparencia y rendición de cuentas, dirigidos especialmente al Meduca, docentes y al público en general.
Esta iniciativa busca ofrecer herramientas prácticas, reflexivas y aplicables que fortalezcan la comprensión de la transparencia como un valor indispensable en la vida pública y en el ámbito educativo.
Nuestro propósito no es señalar a nadie, sino sumar. Creemos profundamente que la transformación comienza por el conocimiento, y que una ciudadanía informada y consciente puede convertirse en el verdadero motor del cambio.
Consideramos que la transparencia es el primer paso para contribuir a transformar la educación.
Con esta serie de conferencias abiertas, reafirmamos nuestro compromiso de seguir educando con el ejemplo, sembrando una cultura de integridad, respeto y responsabilidad compartida.
Decir la verdad, mostrar lo que uno hace, corregir cuando se falla: eso es educar con el ejemplo. Eso es ser transparente.
Y si el Ministerio de Educación no puede enseñar con el ejemplo, entonces ¿quién lo hará?
Este no es un mensaje de enojo. Es un mensaje de esperanza. Porque aún creemos que se puede cambiar, que se puede aprender.
Y aprender a ser transparente es el primer paso para construir un país más justo, más fuerte y humano.
Ya es tiempo de aceptar que el primer paso para transformar la educación es empezar con la transparencia en el Meduca.
¡Esto es patriotismo educativo!
En una institución pública como el Ministerio de Educación (Meduca), ser transparente es una obligación, no una opción. Ser transparente es tan sencillo como decir la verdad, mostrar lo que se hace y permitir que otros vean, pregunten y reciban respuestas con honestidad.
A juzgar por sus acciones, el Meduca no ha comprendido aún lo que representa la transparencia ni el impacto que ejerce en la sociedad.
Desde nuestra perspectiva, queremos creer que se debe más al desconocimiento que a una mala intención. Y por eso, queremos explicarlo con palabras sencillas y claras.
Un ejemplo simple de transparencia es cuando hacemos algo con dinero que no es nuestro —por ejemplo, el dinero del pueblo— informamos a todos de manera clara y honesta cómo lo usamos.
También como si nos dieran una mochila con libros para repartir, y contáramos cuántos libros nos dieron, a quiénes se los dimos, y si nos equivocamos, cómo vamos a corregirlo.
Pero cuando una institución calla, oculta información, altera datos o evada preguntas, eso no es transparencia cuando cambia los datos o evita preguntas, eso no es transparencia.
Eso es ocultar. Y ocultar genera sospechas, debilita la credibilidad, rompe el vínculo con la comunidad y perdemos unas de las cosas que más debemos cuidar como lo es nuestra integridad y autoridad moral.
El Meduca ha hecho muchas cosas sin explicar: ha adquirido plataformas educativas como ESTER y la librera digital por un valor de $30 millones, sin que estas funcionen, ha operado sin rendir cuentas claras es decir sin fomentar una cultura de transparencia y buena gestión que por naturaleza le corresponde y ha tomado decisiones importantes sin rendir cuentas.
Y hay algo más que tampoco explican: ¿cómo se eligen los temas para capacitar a los docentes? ¿Quién y cómo se deciden qué cursos dar y qué capacitadores contratar?
¿Se les pregunta a los docentes qué necesitan? ¿Se informa cuánto cuesta cada capacitación, cuántos asisten, y si eso mejora la calidad de la educación?
Porque si no se mide el impacto, si no se comparte la información, si nadie puede evaluar los resultados, entonces no hay transparencia, más bien se podría considerar como una simulación.
Donde no hay transparencia, la confianza se desvanece y el respeto se pierde.
Todo esto es importante porque la educación no es un negocio privado. Es un derecho de todos. Y cuando una institución como el Meduca no muestra lo que hace, no está cumpliendo con su deber. No se trata de atacar, se trata de enseñar. Y por eso este mensaje: porque educar con el ejemplo es más poderoso que cualquier discurso, por elocuente o motivador que sea.
Imaginemos que un niño ve a un adulto esconder los errores, mentir sobre los resultados, o no responder cuando se le pregunta algo importante.
¿Qué va a aprender ese niño? Va a aprender a hacer lo mismo. Por eso decimos que, incluso sin hablar, también se educa.
Y si se siembra opacidad, falsedad, se cultivan ciudadanos sin valores ni compromiso.
La transparencia no es una palabra elegante: es una práctica diaria. Es abrir la puerta y dejar que la gente vea. Es decir, la verdad, aunque cueste.
Es rendir cuentas con humildad y corregir con responsabilidad.
Con nuestra mejor intención pedimos al Meduca que:
Por eso, además de este mensaje claro y pedagógico, anunciamos que estaremos desarrollando una serie de webinars gratuitos sobre transparencia y rendición de cuentas, dirigidos especialmente al Meduca, docentes y al público en general.
Esta iniciativa busca ofrecer herramientas prácticas, reflexivas y aplicables que fortalezcan la comprensión de la transparencia como un valor indispensable en la vida pública y en el ámbito educativo.
Nuestro propósito no es señalar a nadie, sino sumar. Creemos profundamente que la transformación comienza por el conocimiento, y que una ciudadanía informada y consciente puede convertirse en el verdadero motor del cambio.
Consideramos que la transparencia es el primer paso para contribuir a transformar la educación.
Con esta serie de conferencias abiertas, reafirmamos nuestro compromiso de seguir educando con el ejemplo, sembrando una cultura de integridad, respeto y responsabilidad compartida.
Decir la verdad, mostrar lo que uno hace, corregir cuando se falla: eso es educar con el ejemplo. Eso es ser transparente.
Y si el Ministerio de Educación no puede enseñar con el ejemplo, entonces ¿quién lo hará?
Este no es un mensaje de enojo. Es un mensaje de esperanza. Porque aún creemos que se puede cambiar, que se puede aprender.
Y aprender a ser transparente es el primer paso para construir un país más justo, más fuerte y humano.
Ya es tiempo de aceptar que el primer paso para transformar la educación es empezar con la transparencia en el Meduca.
¡Esto es patriotismo educativo!