'Parásitos', la sorpresa del cine que desafía la inequidad social

Actualizado
  • 22/01/2020 00:00
Creado
  • 22/01/2020 00:00
Desde Corea del Sur se avecina unos de los filmes más destacados del último año. Con un denso análisis que critica la desigualdad en las clases sociales, la cinta figura entre los favoritos del 2020

Los parásitos son microorganismos que se alimentan de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie y son muy adaptados para la supervivencia. Ese quizás no haya sido el enfoque en el que el director surcoreano Bong Joon Ho (14 de septiembre de 1969, Daegu, Corea del Sur) estaba pensando al crear el primer borrador de la que se convertiría en su cinta más famosa hasta la fecha, Parasite (Parásitos, en español).

La historia de la película envuelve a dos familias: los Park, quienes son adinerados y poseen buenas conexiones; por otro lado, los Kim, quienes luchan día tras día para tener comida en su mesa. Al inicio de la cinta se puede ver al hijo de los Kim, Ki-woo, buscar una conexión de wi-fi a la que 'pegar' su teléfono, mientras que el resto de la familia reúne cajas de pizza para intercambiarlas por dinero. La suerte de esta familia comienza a cambiar cuando Ki-woo es contratado para ser el tutor de la hija de los Park, Da-hae.

El filme destaca en el género de 'thriller'.

Es entonces que la diversión comienza en la cinta, con la familia Kim haciéndose pasar por completos desconocidos para obtener empleo en la casa Park y tomando roles como ama de casa (de la cual se encarga Jang Hye-jin, la madre), chofer de la familia (Song Kang-ho, el padre) o un terapeuta de arte para el joven Da-song (Ki-jung, hijo de los Kim). En la actualidad de una inequidad de riqueza, la familia Kim es identificable como un grupo de personas que buscan apegarse a un ingreso más estable y valorizado.

Para Joon Ho, el mensaje sobre la inequidad financiera fue un pilar muy importante dentro de la elaboración del filme, pero también fue el mostrar la unidad familiar. “La familia Kim está desempleada. Son completamente capaces e inteligentes, pero simplemente no tienen trabajo, y esa es la parte triste. Son pobres, pero al mismo tiempo, son muy íntimos. Les gusta pasar tiempo juntos”, comentó en una entrevista con el medio Deadline, “y luego la familia rica, los Park, que rara vez están juntos”.

A través del filme se desvelan secretos de ambas familias, el suspenso que crea el esconder la verdad de los Kim y la frialdad de los Park da a entender que hay mucho más que simplemente una relación de empleador-empleado, sino una representación de la lucha por sobrevivir y ser exitoso en una sociedad que juzga a quienes nacen en cuna de oro o bajo techo de zinc. “Es un tema muy global, muy universal. Está casi en todas partes, en cualquier país. En la superficie de la película, hay muchos detalles divertidos y muy coreanos. Pero está firmemente basado en un tema universal”, explicó el director.

Como en otras cintas de Joon Ho (The Host, Mother....), la sutileza no es una característica del cineasta surcoreano, por lo que Parásitos no fue la excepción. Lo que pueda sonar como un spoiler, es realmente la ficha del ajedrez que juegan los Kim y algo que se debe tener en cuenta al analizar el fondo de la trama, y es que hay otra familia en juego en medio de todo el drama. Estos nuevos personajes que viven por debajo de los Kim y son aún más pobres, envueltos en basura y desesperación, son las fichas que desvelarán las intenciones reales de los Kim.

El elenco corre como favorito para la gala de los Óscars el próximo febrero.
De un impulso al éxito mundial

Plagada de drama y un fuerte mensaje que desafía la desigualdad económica y laboral que sufren muchos países, Joon Ho creó “la cinta mejor actuada del 2019”, según críticos de diversos medios. Sin embargo, el director surcoreano no se ha dejado llevar por la fugaz fama que le rodea, sino que considera que su cinta ha gustado por mantenerse fiel a la idea que concibió en un cruce peatonal en Corea del Sur.

“En este caso, es mucho más difícil describir cómo y cuándo sucedió. Era algo así como un parásito; ya estaba adentro. Acabo de descubrirlo. Normalmente, no sabemos cuándo y cómo entra un parásito en nosotros, por lo que fue algo bastante similar”, comentó a Deadline.

Por lo que es una sorpresa —de las gratas— el presenciar cómo una idea 'impulsiva' es llevada hasta los altos puestos de la crítica cinematográfica norteamericana, ya que el filme ha ganado premios significativos en galas como Cannes, Globos de Oro, SAG Awards (del Sindicato de Actores de Estados Unidos) y está en la carrera hacia los premios Óscar, demostrando la audacia y perspicacia del estilo de dirección de Joon Ho.

Y el éxito también se puede traducir en los intentos de la familia Kim en “ganar”, peldaño a peldaño, el presente de una familia como los Park. “Es una película de arriba a abajo que explora todos los peldaños disponibles en la escalera del aspiracionismo de clase”, como destaca el crítico de Vulture, E. Alex Jung.

A su vez, el filme juega con las simpatías del público, sin desarrollar de un lado o del otro, perfiles de villanía o heroísmo, por más que, como humanos, nos podamos inclinar hacia la empatía con el pobre, Parásitos nos devuelve con cada escena al realismo que quisiéramos olvidar, y es el de que siempre los pobres serán ricos frente a los menos afortunados.

Bong Joon Ho ha dirigido más de 10 filmes.

“Quería una muerte segura”, describió el cineasta en referencia al final del filme. No necesariamente significa que existe un marco de violencia grotesca, sino a una metáfora de culminar la historia en una nota triste, con un toque incluso, desesperanzador, pero que ayuda al espectador a darse cuenta de la realidad de la que los personajes quieren escapar. “Es bastante cruel y triste, pero pensé que era real y honesto con el público. Simplemente sentí que la franqueza era la correcta para la película, a pesar de que es triste”, expresó a Vulture.

Lo que se puede extraer de conocer la psiquis de Joon Ho en este filme es su capacidad de tomar escenarios comunes y transformarlos en una historia que dará algo en qué pensar tras finalizar de verla. La conciencia humana, la necesidad de superar a otros, el trabajo duro que no recibe recompensas y la conversión de una persona común en alguien irreconocible son aquellos de los retos que el cineasta desafía para incrementar la llama de la curiosidad y dar al público, más allá de una instrucción, “una muestra del terrible y explosivo peso de la realidad”.

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