Satisfacción por los resultados de la bienal

PANAMÁ. La Octava Bienal de Arte de Panamá cumplió su cometido.

“Sus exposiciones fueron apreciadas por un gran número de personas, no se limitó solo a las paredes del Museo del Arte Contemporáneo, contribuyó a la promoción de artistas nacionales y ofreció al público agudas visiones sobre la historia de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos”, afirma Walo Araújo.

El director de la bienal que cerró sus puertas el pasado martes, aseveró que los objetivos de la Bienal han ido evolucionando con el tiempo, desde sus inicios en los que era un concurso exclusivamente de pintura, con jurado y con premios, hasta hoy en día.

Durante años, la bienal ha ofrecido un espacio privilegiado para la promoción de una creación artística más libre y no vinculada al mercado del arte.

Ha brindado a los artistas la oportunidad de crear arte de vanguardia, de experimentar con nuevos medios, de expresar y formar opinión, en un país en el que la reflexión teórica y crítica es escasa.

Con ocho bienales, Araújo indica que la misma ha logrado colocarse en primera línea en la escena artística panameña, junto a la práctica artística más arriesgada y pujante.

Hoy en día la Bienal de Panamá, para orgullos de sus organizadores y el nuestro, es considerada la Bienal de Arte más avanzada de la región.

Araújo asegura que en esta octava edición, además de organizar una buena exhibición de arte contemporáneo y de que el público la disfrutara, tenían la intención de llegar a un amplio público universitario y lo lograron a través de las diversas exposiciones.