Evitando fallas en los gastos

ESPAÑA. Si los niños aprenden a manejar el dinero fijándose en el entorno que rodea actualmente a sus padres, van a tener mucho que mej...

ESPAÑA. Si los niños aprenden a manejar el dinero fijándose en el entorno que rodea actualmente a sus padres, van a tener mucho que mejorar.

Estafas piramidales, endeudamiento masivo, opacidad financiera.. El mercado del futuro está en manos de las nuevas generaciones, y de cómo aprendan a relacionarse con el poderoso metal. Saber esperar las gratificaciones, ganarse la paga con algo de esfuerzo y aprender a ahorrar son algunas de las claves.

Lo principal, como en lo demás, es que el comportamiento de los padres sea coherente con sus enseñanzas.

'Algunos tratan de compensar el poco tiempo que pasan con sus hijos con dinero', señala el psicólogo Valentín Martínez-Otero, 'y les dan todo lo que piden'.

Los niños deben aprender a posponer las gratificaciones, a aceptar que no tendrán todo lo que quieran instantáneamente'.

La paga es un asunto delicado, que los padres pueden utilizar para ir fomentando poco a poco la autonomía de los niños. 'Tiene la ventaja de que los niños aprender a automanejar su dinero y a aprender que no pueden comprar todo lo que quieren', explica Vicens Castellano, presentador del programa de televisión Ajuste de cuentas (Cuatro).

Otra opción es el ahorro subvencionado: si en un período determinado ahorran la mitad de lo que cueste, por ejemplo, la bicicleta, los padres pueden pagar la otra mitad.

Es conveniente que los miembros de la familia (abuelos, tíos, padres) se pongan de acuerdo en cuánto darle al niño, y que se deje bien claro si incluye el coste del transporte o del bocadillo, y otros gastos que no son de ocio.

A los niños más pequeños se les puede empezar dando una cantidad diaria, y a medida que se hacen mayores, se puede ampliar el horizonte temporal para que tengan más margen de maniobra y a la vez más responsabilidad.

Urra también recomienda que dediquen una parte a la ONG o la causa benéfica que elijan.

Martínez-Otero, sin embargo, considera que las tareas escolares y domésticas deben hacerlas al margen de la paga, 'sin sobrecargar de responsabilidades a los niños', aunque en caso de esfuerzos brillantes, sí que es bueno premiarlos, 'del mismo modo que de forma excepcional se sancione reduciendo la paga'.

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