El protocolo

Actualizado
  • 12/08/2010 02:00
Creado
  • 12/08/2010 02:00
El término protocolo deriva del latín protocollum, que a su vez proviene del griego (protos, primero y kollom, pegar), y se refiere a la...

El término protocolo deriva del latín protocollum, que a su vez proviene del griego (protos, primero y kollom, pegar), y se refiere a la primera hoja de un libro pegada con engrudo. La esencia de su significado es ‘la primera hoja de un escrito’, la primera en la que se anotan determinadas instrucciones. La etiqueta y el protocolo están definidos por un conjunto de normas que nos ayudan a vivir en sociedad de la mejor manera, sin producir contrariedades ni recibirlas de los demás. Quien desconoce esas normas elementales no puede conducirse por la vida con la debida educación y respeto necesarios para ser personas de bien, al contrario, manifestará sus groserías e impertinencias, propias de quienes tienen un ego muy lastimado, justamente por esa carencia. El protocolo puede ser social, empresarial, familiar, infantil, del Estado, cada uno con iguales bases, pero con características diferentes. De todos ellos tal vez uno de los más importantes y complejos es el protocolo de Estado, pues define las reglas de comportamiento que se deben cumplir en los eventos y en las distintas actuaciones del Estado, desde el presidente de la República hasta los miembros de su Gobierno. El oficio del director de Protocolo es muy delicado, porque le toca conocer a profundidad no solamente las normas protocolarias de su país, sino también las del país de sus invitados, para quedar bien sin cometer errores que podrían disgustar y hasta producir problemas entre naciones en un momento dado. Todo tiene un protocolo, aún las tareas más sencillas. Por ejemplo, cuando alguien invita a una fiesta y dice ‘ven como quieras porque es sin protocolo’, ya eso es un protocolo. De no existir el protocolo, simplemente no se tendría que decir nada al respecto. Y dentro del este mundo, uno de los términos de mayor relevancia es la precedencia, que no es más que colocar en un orden correcto a personas de diferentes ámbitos, posiciones, culturas, méritos, etc. La precedencia es la plataforma elemental sobre la que se establece la mayor parte de los eventos o actos. Y no se trata únicamente del orden de distribución; es que una vez establecido ese orden se puede proceder con otros, como en el caso de una intervención en un acto, de la entrada y la salida de un lugar. Cuando usted acuda a uno de esos eventos de Gobierno, en donde su sitio ha sido señalado con antelación, no haga un papelón discutiendo porque no le gustó la ubicación que le asignaron, ya que según su criterio debieron darle uno mejor. Los expertos pocas veces se equivocan, ellos saben quién es quién y el lugar de cada cual.

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