Los memoriosos

Actualizado
  • 14/10/2012 02:00
Creado
  • 14/10/2012 02:00
La memoria de los seres humanos es precaria. A la mayoría le toma mucho tiempo grabar en la mente cualquier dato, desde un número telefó...

La memoria de los seres humanos es precaria. A la mayoría le toma mucho tiempo grabar en la mente cualquier dato, desde un número telefónico hasta un poema. Según estudios científicos, la información en la memoria a corto plazo solo dura un minuto a menos que sea reforzada con repeticiones o asociaciones. Y aún así, es muy fácil olvidar cosas ya almacenadas. Por si fuera poco, los recuerdos pueden contaminarse y distorsionarse con el tiempo.

Sin embargo, en un fenómeno que, desde la fantasía literaria, Jorge Luis Borges plasmó en su famoso cuento Funes el memorioso, existe un puñado de personas en el mundo que recuerdan prácticamente todo, para quienes buscar y recuperar eventos personales con precisión y rapidez, casi al nivel de un motor de búsqueda, es algo natural.

Es el caso de Aurelien Hayman, un británico de 20 años. Basta mencionarle una fecha al azar, octubre 1 de 2006, por ejemplo, para que conteste sin vacilar: ‘Ese día era domingo, el cielo estaba nublado y escuché la canción ‘When we were young’, de The Killers. Intenté conquistar a una joven pero ella me rechazó’. También recuerda exactamente qué tenía puesto ese día y los anteriores, y que el jueves de esa misma semana cortaron la electricidad en su casa. En contraste, la memoria de un ser humano normal apenas almacena máximo 11 días de cada año, en su mayoría matrimonios, funerales y eventos especiales que involucran una primera vez.

Hayman no siempre fue así, porque sus recuerdos de infancia son borrosos, como los de cualquiera. Pero algo sucedió a sus 11 años, cuando comenzó a desarrollar esta increíble habilidad. Hayman es tal vez el más reciente caso de Memoria Autobiográfica Superior, una capacidad excepcional que consiste en ‘recordar todos los días de su vida como el resto de nosotros nos acordamos de ayer’, dijo a esta revista el neurólogo James McGaugh, quien ha estudiado el tema desde hace décadas.

Además esos sujetos no recurren a trucos nemotécnicos, como hacen muchos con memoria prodigiosa, pues sus mentes guardan y desempolvan naturalmente los recuerdos. Sus médicos también han descartado cualquier forma de autismo, una enfermedad que si bien genera un bloqueo afectivo-social, da una gran habilidad para recordar.

Por otra parte, esas personas memoriosas recuperan su información prácticamente de inmediato y sin esfuerzo, señala McGaugh. Mientras los estudios muestran que una persona normal tarda 12 segundos en recordar algo, a este joven el proceso le toma apenas 1,6 segundos. ‘Es como si tuviera un acceso rápido a un documento guardado en un archivador. Es un proceso muy visual, como si los días tuvieran fotos’, afirma Hayman.

Como era de esperarse, el interés de los científicos por ese grupo humano es enorme. Según Gary Marcus, psicólogo de la Universidad de Nueva York, desde la perspectiva de la evolución, ‘encontrar una persona cuya memoria funciona como la de un computador es equivalente a hallar a alguien con huesos de acero’. Actualmente varios grupos de expertos analizan el cerebro de dichos sujetos para entender qué pasa en ellos, con miras a tratar en el futuro a pacientes cuya memoria se haya deteriorado.

DOS CLASES DE RECUERDOS

La memoria a largo plazo se divide en dos: la semántica, encargada de manejar los conceptos, y la autobiográfica, que se ocupa de los eventos personales diarios. Eso significa que este británico, estudiante de literatura en la Universidad de Durham, puede recordar hechos históricos pero solo si tienen relevancia en su vida. Por ejemplo, en marzo 28 de 2005 estaba preparándose para un viaje a Tailandia cuando el papa Juan Pablo II estaba muy enfermo. ‘Junio 26 de 2009, era un jueves, el día después de la muerte de Michael Jackson, fuimos a cenar con unos amigos’, relató en una entrevista para The Sunday Times.

No obstante, estas personas luchan igual que otros para recordar el contenido de un libro, o con la memoria a corto plazo. Guiliana Mazzoni, profesora de psicología de la Universidad de Hull, quien ha estudiado de cerca el caso de Hayman, señala que ‘se queja de que siempre olvida dónde dejó las llaves’, dijo a SEMANA. Así mismo, Hayman debe estudiar para los exámenes tanto o más que sus compañeros. ‘No son más inteligentes por esto y por ahora, no saben cómo sacarle ventaja a esta habilidad’, dice la experta.

Pero Mazzoni y otros especialistas, como McGaugh, de la Universidad de California en Irving, quien ha detectado a 11 individuos con esta condición, sí esperan que el estudio de sus cerebros ayude a entender cómo funciona la memoria. ‘Uno empieza a preguntarse por qué no sotros somos los normales y ellos los excepcionales. ¿Por qué no evolucionamos de manera que todos tuviéramos ese tipo de memoria?’, dijo McGaugh al programa 60 minutos.

Los casos detectados son sorprendentes. Uno, por ejemplo, recuerda en qué estaba pensando mientras se lavaba los dientes en una fecha determinada. Otro sabe qué comió al almuerzo en un día específico. Para la gran mayoría es fácil vivir con esta capacidad.

Para la actriz estadounidense Marilu Henner, quien posee esa memoria superior, se trata de un don que le ha ayudado en su trabajo. Si en una escena debe llorar, solo tiene que evocar un momento triste. Pero otros, como Jill Price, una ama de casa de 46 años, que no puede controlar la memoria y constantemente está bombardeada por recuerdos del pasado, su condición interfiere en su desempeño diario.

Ta nto Mazzoni como McGaugh han encontrado que mientras una persona normal extrae información de la memoria de largo plazo en el lóbulo frontal derecho, estos individuos con memoria superior utilizan también el lóbulo frontal izquierdo, involucrado en el lenguaje, así como el área occipital, donde se guardan las imágenes.

Además de esto, las imágenes de resonancia magnética muestran que dichas zonas del cerebro son más grandes en quienes han sido diagnosticados con esta condición. En un individuo, por ejemplo, el lado derecho de la amígdala, un área crucial para el procesamiento de la memoria, es 20 por ciento más grande. ‘En total se han hallado nueve regiones del cerebro que son diferentes en ellos’, dice McGaugh, aunque se debate si la anatomía cerebral es la causa o el efecto de esta situación.

En un experimento, Aurora Leport, colega de McGaugh en Irvine, descubrió que todos los datos que suministran estas personas, ya sean de hace un mes o décadas atrás, son frescos. Teniendo en cuenta que las emociones fuertes ayudan a fijar recuerdos en el cerebro, la hipótesis de Leport es que estas personas tendrían un nivel de excitación cerebral mayor, por lo cual muchos incidentes ordinarios quedarían grabados en su mente para siempre.

Para Mazzoni, el cerebro de ellos podría estar cableado de modo diferente y por esto guardarían información relacionando fechas con sensaciones, olores, sonidos o colores. ‘Un jueves no sería un día cualquiera sino que tendría una sensación particular’, dice. También llama la atención que el núcleo lentiforme, que ha sido relacionado con el Desorden Compulsivo Obsesivo, en ellos es mas grande. Incluso, estos individuos tienden a ser muy organizados y fanáticos con la limpieza, aunque no se han diagnosticado con este síndrome. Lo anterior sugiere que la supermemoria y este desorden compartirían una misma arquitectura mental y que la habilidad de organizar sus recuerdos por fechas ayudaría a aliviarles la ansiedad. ‘Podría ser que en estas personas repiten inconscientemente lo vivido, lo cual, según se ha comprobado, contribuye a mejorar la habilidad de guardar información a largo plazo’, dice Mazzoni. Estas dos hipótesis deben ser validadas, pero los científicos esperan entender pronto cómo estas personas logran archivar tanta información naturalmente.

Entre tanto, mientras todos lo observan como un bicho raro, Hayman se declara a gusto con su habilidad pues para él la vida está hecha de recuerdos. Y los tiene a borbotones.

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