Una fiesta del piano para Panamá y el mundo

Actualizado
  • 25/09/2016 02:00
Creado
  • 25/09/2016 02:00
Del 10 al 18 de octubre, nuestra ciudad será la sede de la 7ª versión del Concurso Internacional de Piano de Panamá Nelly y Jaime Ingram.

Comienza la cuenta regresiva para la celebración pianística más importante de nuestro país y de la región: el Concurso Internacional de Piano de Panamá Nelly y Jaime Ingram. Serán ocho días en los que el repertorio de piano, así como el talento y pasión de sus intérpretes, serán el centro de atención de los amantes de la música.

Mientras escribo esta nota pienso en los 23 chicos seleccionados: qué estarán sintiendo, cómo se prepararán psicológicamente y con su instrumento; cómo imaginan Panamá, qué apoyo recibirán de sus familiares y amigos. Un concurso puede cambiarles la vida, marcar un antes y un después.

BUENAS NUEVAS

El Concurso Internacional tiene estas primicias:

Este año vendrá Peter Grote, el Director artístico del renombrado Concurso Tchaikovsky quien, además, dictará una charla durante su visita.

Se estrenará un piano de concierto Yamaha CFX que la Fundación Concursos Internacionales adquirió con el patrocinio del Gobierno Nacional y de Yamaha Music Latinoamérica.

Del 10 al 18 de octubre, nuestra ciudad será la sede de la 7ª versión de esta fiesta musical que se celebra cada dos años y que este año rompió récord al recibir 46 aplicaciones de 23 países. Este logro deja ver el tesón y seriedad de sus organizadores, así como el nivel adquirido por el certamen. ‘Hemos ido poco a poco porque esto es algo que uno empuja', nos dice Margarita Troetsch, asistente del profesor Jaime Ingram, presidente de la Fundación Concursos Internacionales y fundador del Concurso. ‘Este año fue una gran alegría, un logro, una meta cumplida', agrega Margarita.

La primera edición fue en el 2004. Desde el inicio, los Ingram pusieron el listón muy alto. No fue fácil: entonces no contaban con el patrocinio gubernamental y hubo que acercarse a empresas e individuos que creyeran en la música y apostaran por Panamá. Se necesitaría la visión, experiencia y trayectorias de Nelly y Jaime para conseguirlo. En el 2011, con la finalidad de fomentar el interés por la música, la Asamblea Nacional estableció el Concurso Internacional de Piano Nelly y Jaime Ingram, destinando los fondos necesarios para llevarlo a cabo.

PANAMÁ EN LA MIRA DEL MUNDO

Sin duda, la mejor publicidad para un concurso es el éxito de cada una de sus versiones. Pero eso no es suficiente. Como nos dice Margarita, ‘se ha hecho un gran trabajo de difusión por medio de las redes sociales, en el portal de la Fundación Alink-Argerich (especializado en concursos de música) y revistas especializadas'.

Hay que tomar en cuenta que esta información atañe a un público específico: los pianistas que participan en estas competencias. ‘Por medio de colaboradores, la información se llevó a otros concursos, tanto en América como en Europa y Asia. También se envió a los departamentos de música de las mejores universidades', nos comenta.

Muchas veces son los maestros quienes aconsejan a los muchachos dónde participar. Panamá ya se ha hecho un nombre, se ha posicionado como un evento sólido. Siempre se había eliminado a dos o tres aspirantes, pero nunca a la mitad. La elección fue prácticamente por consenso de los cinco jurados locales. La calidad de los participantes seleccionados es altísima.

PUNTOS MEDULARES DE UN CONCURSO

¿Qué garantiza la solidez de un concurso? Sin duda dos puntos clave son la selección del repertorio y el nivel del jurado.

Para medir necesitas un buen termómetro y encontrar un balance. ‘El profesor Ingram es el encargado de escoger el repertorio. Para la prueba inicial, ‘Bach era obligatorio y, entre las sonatas de Soler, Seixas o Scarlatti, casi todos escogieron a Scarlatti', nos cuenta Margarita.

Me llama la atención que fueran cuatro compositores barrocos. ‘Scarlatti es un compositor más técnico, se presta para ejecuciones de gran rapidez y virtuosismo. Los muchachos se lucieron. Pero con Bach fue otra cosa', me dice Magui. ‘Una vez más confirmé la visión y el conocimiento del Maestro: muchos quedaron por fuera porque no dieron la talla en Bach, mucho más complejo.' El repertorio para las pruebas que se realizarán durante el concurso también ha sido minuciosamente escogido.

La selección del jurado es fundamental. Son ocho miembros y se busca que no predomine una línea o tendencia para que la elección sea pareja y no se neutralice. Procedentes de distintas partes del mundo, todos cuentan con una trayectoria impresionante. ‘Este año el nivel del jurado es excepcional', apunta Margarita.

¿POR QUÉ COMPETIR? ¿POR QUÉ PANAMÁ?

Definitivamente no todos los músicos son para concursos: es un tema de personalidad. Pero sin duda es una experiencia formativa si aspiran a una carrera en el escenario. Además, los muchachos se conectan con otros pianistas, managers y productores de festivales y concursos que viajan especialmente a conocer nuevos talentos. Para el Festival de El Valle, por ejemplo, siempre se escoge a alguno de los participantes y han invitado a casi todos los primeros lugares a ser parte.

Por supuesto que los premios son un gran atractivo en estas competencias. Pero cuando se les preguntó qué les había hecho decidirse por Panamá: los premios, el país o el repertorio (no siempre dominan el exigido), la respuesta unánime fue Panamá. Tienen mucha curiosidad por conocer nuestro país y, quienes ya han venido, quieren regresar.

SENTIRSE EN CASA

‘No todos los concursos son como el nuestro: Jaime ha logrado que los muchachos hagan de la rivalidad, una hermandad. No solo lo he visto: se los he preguntado', nos dice Magui. ‘Acá tienen un ambiente familiar, tal vez por el hecho de que van a casas a practicar. Los anfitriones se mueren de atenciones con ellos, les preparan comida, los miman, los llevan de paseo. Esa calidez viene desde la cabeza, que es Jaime.'

‘Él es muy amoroso con ellos. Cuando les da la bienvenida, siempre les dice: yo quiero que ustedes sepan que si han llegado aquí es que ya ustedes son muy buenos. De aquí en adelante, el jurado escogerá al mejor que considera este jurado, eso no significa que sea el mejor absoluto. Hay muchas variables que afectan una ejecución. Ir a una competencia significa someterse al juicio de ese jurado. Pero todos ustedes tienen lo necesario para hacer grandes carreras. Ellos quedan encantados. Son palabras muy solidarias porque entendemos por lo que están pasando.'

UNA VENTANA AL MUNDO

Este año el Concurso se realizará en el domo de la Universidad de Panamá. La entrada es gratuita. Cada año participa más el público y, desde el inicio, los conciertos de clausura han sido un lleno total.

Pero lo más importante ha sido el impacto que el Concurso ha tenido en los pianistas panameños. Como dice Magui, ‘el maestro Ingram nos puso la barra alta: esto es lo que está ocurriendo en el mundo, muchachos, miren a ver qué hacen con jóvenes de 18 a 30 años'. En el 2015 se da inicio al Concurso Juvenil de Piano para chicos de 6 a 18 años, un primer paso para formarse en la cultura de las competencias.

Para maestros y alumnos, el Concurso Internacional es una oportunidad única de aprendizaje y encuentro con pianistas de otros países, la ocasión perfecta para ver a muchachos de su edad tocar un repertorio escogido, frente a un jurado de lujo. Seguro que, en pocos años, veremos al primer participante panameño lucirse junto a los mejores intérpretes internacionales.

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