El triunfo del poeta ngäbe

Actualizado
  • 16/10/2017 02:04
Creado
  • 16/10/2017 02:04
Un activista de la comarca Ngäbe Buglé -y profesor de Matemática- ganó el premio de poesía alcaldicio ‘León A. Soto'

En un tramo de la carretera Interamericana, en Tolé, un grupo de indígenas ngäbe buglé han cerrado la autopista para hacer eco de su lucha. Se niegan a la explotación de sus tierras a través de mineras e hidroeléctricas. Son las diez de la noche y Esteban Binns despierta de un salto a todos sus compañeros de la comarca porque ve a un kilómetro y medio las luces de las camionetas policía: se acercan en ambas direcciones para dispararles.

Esteban recuerda al ngäbe sordomudo asesinado en esa represión por un tiro en el rostro. No olvida haber ido casa por casa en la comarca, con un proyectil incrustado en el riñón, para saber cómo estaban sus compañeros. Es difícil borrar de su memoria la mueca siniestra de la injusticia, los heridos de aquellas represiones en 2012, 2013, 2014; el terror en el rostro de los niños y el sinsabor de vivir en la marginalidad en un país rico.

Pero hoy celebra. Esta noche, agradece. Por un pequeño lapso de tiempo se ha quitado el sombrero de profesor de Matemática para ponerse el de poeta. Las represiones las combate desde otro escenario: su obra El poema de los adioses , que rescata ‘la belleza de los pueblos indígenas', ganó el primer lugar del 36° Concurso Municipal de Poesía ‘León A. Soto', superando otras 68 obras, incluidas las de autores premiados en varias ocasiones.

‘(...) Así en el viaje perpetuo de una noche /con el corazón y el cráneo en llamas /ardiendo de flores y estrellas de mar /llegarías al sosiego de mi dobo tibien-mi tierra- /donde las letras mayúsculas de los rayos del sol /se pronuncian en otra lengua /y la sonrisa te sale de una palabra nativa /flor indígena, flor humana, flor de mi casa'.

Con estos versos, cargados de optimismo, de afán por desvelar lo hermoso que cobijan las tradiciones de su tierra, Esteban ha sido reconocido como un escritor contemporáneo relevante.

Es quizás el único poeta ngäbe de Panamá. Él reconoce que los enfrentamientos contra las autoridades a favor de los derechos de su pueblo hizo que el tema indígena tomara fuerza en sus versos. Y desde entonces, parte de su lucha la comanda desde las trincheras de la literatura. ‘De allí vienen saliendo estas cosas que voy escribiendo, tratando de resaltar lo hermoso de los pueblos indígenas de América, de Abia Yala y de Panamá', dice.

‘Con mi poesía quiero retomar el tema indígena. El hilo conductor es la cosmovisión que hay en todos los pueblos indígenas de América Latina, lo que queda de su cultura, lo que queda de lo que era su esencia, y hacerlo presente'.

El primer libro donde se publicó la poesía de Esteban Binns fue en la antología El mar que nos unió , que realizó el Festival de Poesía Ars Amandi en 2014. Un ejemplar enfocado en visibilizar creaciones literarias en torno a los pueblos indígenas y afrodescendientes. La insignia de este libro es el poema del ngäbe, titulado ‘De mar a mar'. ‘Habla de la primera resistencia de los pueblos indígenas en el territorio panameño, en 1503, con el cacique Quibián, de quien no se conoce mucho', advierte el autor.

Esteban llegó a esta historia por medio de su abuelo, Eligio Carpintero. Él, a quien recuerda con un desbordante carisma, no sabía leer ni escribir, pero le transmitía relatos y conocimientos de la cultura ngäbe buglé de forma hablada. Para entonces, ya había dejado su lugar de nacimiento y primera crianza en las montañas de David, Chiriquí, con su madre, y vivía con su abuelo en la ciudad. Corría la década de los ochenta. Ambos eran los únicos indígenas en un barrio de Bugaba.

‘Lamentablemente, la discriminación hacia nuestros pueblos ha hecho que muchos ngäbes nieguen su identidad y algunos hasta la rechacen', sostiene el también licenciado en Matemática. En la escuela lloraba de la rabia. La discriminación era feroz. Por eso se refugió en los estudios, era cuadro de honor, ganaba concursos de dibujo, canto, décimas; representaba a su colegio en competencias interescolares. Esto generaba aún mayor apatía entre sus compañeros, pero él perseguía la excelencia.

El poeta admite que fue duro cambiar la montaña por la ciudad. Pero aprendió a adaptarse y descubrió expresiones sublimes como la poesía. Se reencontró con autores de la talla de María Olimpia De Obaldía o el maestro Changmarín. Quizás inspiraciones que le llevaron a publicar el poemario Los ciclos de Venus en Internet, sus primeros versos hechos públicos.

Hoy a la comarca regresa una vez al mes. Va a ver a la familia, a cantar décimas mientras camina en el monte y a seguir cultivando su relación con las autoridades y ‘las cosas del pueblo'. Mientras, en imprenta está la antología Cantos de Abia Yala , que incluirá poemas del docente.

‘Con mi poesía quiero retomar el tema indígena. El hilo conductor es la cosmovisión que hay en todos los pueblos indígenas de América Latina, lo que queda de su cultura, lo que queda de lo que era su esencia y hacerlo presente', concluye el poeta ngäbe.

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