Pese a la lucha, continúa la discriminación

Actualizado
  • 15/05/2019 02:00
Creado
  • 15/05/2019 02:00
Con diversas actividades culturales, educativas y artísticas, la comunidad afro intenta erradicar las ideologías de racismo y de exclusión impuestas desde el pasado. Este tipo de comportamientos aún persisten en la sociedad panameña

‘Me alisaba el cabello para encajar en los estereotipos físicos. Un día decidí cambiar mi estilo y eliminé el uso del alisado, luego me corté el cabello. Cuando mi melena afro comenzó a crecer, la gente en la calle me decía frases ofensivas, incluso, en una ocasión, mientras caminaba, un taxista se detuvo, me entregó un peine y me dijo con una risa burlona: ‘toma, que estás despeinada”, relata Sielka Sánchez, una joven afropanameña. ‘Confieso que esta experiencia fue muy difícil'.

‘Es un orgullo llevar mi pelo natural, porque es el resultado de la aceptación a mis raíces, a mi identidad como afrodescendiente. A través de esto, muestro la reconciliación con mi cultura',

YANISELL CEBALLOS

AFROPANAMEÑA

Y es que, a pesar de las luchas del pueblo afrodescendiente por conseguir igualdad social, los actos de segregación son recurrentes.

Tras este incidente, en 2013 Sánchez creó Natural Yansi, una organización sin fines de lucro que gestiona conversatorios para educar a las personas sobre el cabello afro, parte de su identidad cultural. ‘El pelo afro se ha convertido en los últimos años en un símbolo de lucha porque muchas veces se nos prohíbe trabajar o ir a las escuelas con el cabello natural', expresa.

La directora de Unidades Especializadas en el área de no discriminación de la Defensoría del Pueblo, Eusebia Solís, explica que la Ley 7 del 14 de febrero de 2018 adopta medidas para prevenir, prohibir y sancionar actos racistas, de discriminación, de acoso y hostigamiento.

DERECHOS, TENACIDAD Y TOLERANCIA

‘Las mujeres afro no podemos laborar en cierta áreas, principalmente en el sector bancario, debido a nuestra apariencia. Si cualquier persona hace el ejercicio de visitar estas sucursales, se dará cuenta de que pocas mujeres afro ocupan estas plazas, porque nosotras no contamos con el perfil que ellos buscan para atender a los clientes', denuncia Sánchez, a la vez que afirma que ‘en Panamá existe un racismo institucional de tal manera que no valoran la capacidad de las jóvenes afro: las separan de cargos importantes por su color de piel y tipo de cabello'.

‘El racismo en la sociedad panameña es muy fuerte, lastimosamente. No hay diversidad y se promulga que el Istmo es un crisol de razas, cuando no es así',

EUSEBIA SOLÍS

DIRECTORA DE UNIDADES ESPECIALIZADAS, EN LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO

Solís asegura que ‘si una persona se ve afectada por este tipo de acciones, puede acercarse a la institución, inmediatamente, y presentar la queja. Se le da seguimiento a la investigación, se constata las versiones de ambas partes, y posteriormente se emite una resolución '.

La funcionaria informa que, el año pasado, recibieron en la entidad 15 denuncias de discriminación, exclusión y racismo, todas fueron resueltas sin necesidad de llevarlos a un proceso legal. ‘La mayoría de las acusaciones estuvieron ligadas a las mujeres porque no les permitían llevar en sus trabajos peinados propios de su cultura y algunas sufrieron rechazos por el color de piel. Estoy segura de que a medida que las personas identifiquen cuándo son víctimas de estos actos, irán acercándose más y más para buscar ayuda', reconoce.

‘El racismo en la sociedad panameña es muy fuerte, lastimosamente. No hay diversidad y se promulga que el Istmo es un crisol de razas, cuando no es así', remarca la funcionaria.

‘El pelo afro se ha convertido en los últimos años en un símbolo de lucha porque muchas veces se nos prohíbe trabajar o ir a las escuelas con el cabello natural',

SIELKA SÁNCHEZ

FUNDADORA DE NATURAL YANCI

De acuerdo con la profesional, el tema del racismo es común en Panamá. ‘Cuando las personas son excluidas no identifican estas conductas porque lo ven como algo normal. Nosotros realizamos una investigación y descubrimos que la raíz de los actos de discriminación hacia los niños y adolescentes en los colegios radica en los reglamentos internos, porque muchos establecen que no pueden ir con determinados cortes o peinados propios de la comunidad', asegura.

Fernando Murray, director de la Escuela de Sociología de la Universidad de Panamá, coincide con Solís y reitera que existe racismo en el campo educacional. ‘He sido testigo de jóvenes que no pueden asistir a sus colegios porque el pelo no es del agrado del educador o las normas del instituto van en contra de las formas particulares de este estilo ', declara.

‘He sido testigo de jóvenes que no pueden asistir a sus colegios porque el pelo no es del agrado del educador o de las normas del instituto que van en contra de las formas particulares de este estilo de cabello',

FERNANDO MURRAY

DIRECTOR DE LA ESCUELA DE SOCIOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

Murray, quien pertenece al Centro de Estudios de Afropanameños, explica que ‘la discriminación es una práctica social que data de mucho tiempo y va ligada a un proceso de desigualdad y marginación de manera prejuiciosa, que descalifica a los seres humanos en función a su ascendencia étnico racial'.

Según el sociólogo, la discriminación se manifiesta cuando se le cuestiona a una persona por su apariencia física y se le descalifica por sus rasgos. ‘Hay formas muy vinculadas al perfilamiento racial. Los estamentos de seguridad indagan muchas veces a jóvenes afrodescendientes y los hacen víctimas de procesos, cosa que no le aplican a todos los ciudadanos', comenta.

Murray indica que en los centros de estudios superiores, el racismo no es notorio porque ‘ya está superado, en comparación con las escuelas'.

‘En la actualidad, la juventud afropanameña está reclamando su identidad cultural en una sociedad que genera cuestionamientos y estereotipos frente a la forma del cabello de la población afro. Hoy los jóvenes entienden todos los procesos de colonización que se han dado y ahora se han empoderado', manifiesta el experto.

AUTORRECONOCIMIENTO

TESTIMONIO. Yanisell Ceballos y Sielka Sánchez son mujeres que empoderan su cultura.

Ceballos tomó la decisión de dejar florecer su cabello afro. ‘Es un orgullo llevar mi pelo natural porque es el resultado de la aceptación a mis raíces, a mi identidad como afrodescendiente. A través de esto muestro la reconciliación con mi cultura', manifiesta.

‘La transición de mi cabello a su estado natural fue difícil, pero ahora me siento satisfecha con mi decisión'.

Francisco Knights, representante de la Fundación Bayano, aclara que es importante que la población afropanameña reconozca su ascendencia.

‘A pesar de la discriminación que existe en la sociedad, las cosas han avanzado y hoy todas las escuelas tienen actividades en relación al Mes de la Etnia Negra. Para nosotros como organización es primordial estimular la conciencia del pueblo en estos temas', indica.

Knights, quien se desempeña como director de la Feria de la Etnia Negra, destaca que ‘los afros no solo estamos para demostrar nuestras cualidades culinarias, también históricamente hemos logrado aportes significativos para el país en materia de política y educación'.

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