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- 05/05/2021 00:00

Fue a mediados de los años 40 cuando las casas rodantes o caravanas (un vehículo de remolque cerrado) tuvieron su auge gracias a la mezcla entre transporte y hospedaje, elementos que fueron muy atractivos para los habitantes de países como Estados Unidos, Alemania, Nueva Zelanda, Canadá, Australia y España.
Aunque las primeras casas móviles solo incluían el mobiliario básico en su interior como una cama y una cocina, hoy disponen de todas las comodidades, como televisión, aire acondicionado e incluso servicio con baño.
Según la plataforma informativa Reporte Índigo, más de 20 millones de estadounidenses viven en trailers parkings, lugares donde se asientan las familias con sus caravanas y pagan el espacio que se ocupa.
Cerca del 6% de la población total de Estados Unidos, es decir 325 millones de personas, vive en este tipo de automóviles.
De hecho, en Europa esta modalidad no es la excepción, sobre todo con la crisis generada por la pandemia, un contexto en el que muchas personas decidieron probar esta modalidad y buscar el aislamiento.
La cinta Nomadland, dirigida por Chloé Zhao y convertida en la gran ganadora de los premios Óscar, basa su historia en esta tendencia.
La protagonista de la película, Frances McDormand, quien obtuvo el Óscar a mejor actriz principal, el tercero de su carrera, interpreta con delicadeza y sobriedad a Fern, una mujer que tras quedar viuda y ante la recesión económica y social de su pueblo en la zona rural de Nevada, se traslada a vivir en una camioneta con la que emprende un viaje sin destino definido.
La película es una adaptación de Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, un libro de 2017 de la periodista estadounidense Jessica Bruder sobre el fenómeno de las personas mayores que, en el marco de la Gran Recesión de 2008, adoptaron un estilo de vida nómada en busca de empleos de temporada por todo Estados Unidos, según documenta la BBC.
La AARP (anteriormente American Association of Retired Persons), una organización estadounidense sin ánimo de lucro independiente que atiende las necesidades e intereses de las personas mayores de 50 años, en uno de sus artículos documenta la historia de Dawn y Roger Haas, quienes emprendieron un viaje de 1,100 millas en su caravana para visitar a su familia en los Ozarks, cuando la mayoría se refugiaba en su hogar para no contagiarse con el SARS-CoV-2.
En lugar de quedarse en campamentos durante el viaje, pasaron la noche en vergeles (lugares con gran abundancia y variedad de plantas, flores y árboles), viñedos y estaciones de esquí, donde recogieron manzanas, saborearon chardonnay e hicieron senderismo a través de hermosos paisajes, menciona AARP.

Según la organización, la pareja tenía toda la tecnología que necesitaba en el vehículo para acampar. “Se mantenía conectada, segura y cumpliendo con el distanciamiento social al alojarse en la casa rodante al llegar a su destino.
Un panorama que parece indicar que “la vida en las casas rodantes es más atractiva que nunca –especialmente para los jubilados– durante la pandemia”, describe.
Para Mike Wendland este “estilo de vida” está ganando gran popularidad principalmente con la crisis de la pandemia, por lo que él y su esposa Jennifer Wendland, ambos periodistas jubilados, pasan aproximadamente tres cuartas partes del año en la carretera, señala la AARP. Los Wendland son bloggers, tienen un podcast y un canal de YouTube y administran un grupo en Facebook que cuenta con 45,000 miembros aficionados a las casas rodantes.
“Con la tecnología actual es fácil encontrar respuestas a tus preguntas sobre los mejores lugares para acampar, dónde encontrar una lavandería en una ciudad específica o cómo reparar una llanta pinchada. Independientemente de tus intereses o motivos para salir a la carretera, puedes encontrar un grupo de vehículos recreativos al cual unirte”, dijo Wendland.
Por su parte, Bob Wells señaló a la BBC que desde hace 25 años se mudó a una camioneta, porque se divorció y no podía costear su estilo de vida.
“Un motivo por el que me he esforzado tanto en difundir el conocimiento de la vida nómada es que mi hijo se suicidó y yo necesitaba una razón para vivir, para despertarme cada mañana”, explicó Wells, quien es la figura central de la vida nómada moderna en Estados Unidos y presidente de la organización 'Homes On Wheels Alliance'.
Para Wells, su objetivo siempre ha sido “hacerle saber a la gente que tiene opciones, que hay otra forma de vivir, y me entregué a ese propósito tras la muerte de mi hijo”, señaló a la cadena británica.
Al igual que Wells en sus comienzos, muchas de las personas que emprenden esta vida lo hacen por necesidad. Pero hay otro grupo, cada vez más numeroso, que lo hace para iniciar una vida de aventuras y exploración que les hace sentirse libres.