Las etiquetas autoimpuestas

Las personas se declaran expertas, emprendedoras, inventoras, innovadoras, inconformistas y entrenadoras sin ninguna experiencia en la vida real.
Siempre puede haber un espacio para la reflexión.

Los seres humanos son los únicos animales capaces de conceptualizar y pensar abstractamente sobre sí mismos. Los perros no se sientan a pensar acerca de su carrera. Los gatos no piensan en sus errores pasados ni se preguntan qué hubiera sucedido si hubiesen actuado diferente.

Los monos no discuten sobre sus posibilidades futuras, del mismo modo que los peces no van por ahí preguntando si les parecerían más atractivos a otros peces si tuvieran una aleta más larga.

Como humanos, estamos bendecidos con la habilidad de imaginarnos en situaciones hipotéticas, podemos contemplar el pasado y el presente e imaginar otras realidades o situaciones donde las cosas podrían ser diferentes.

Al ser capaces de conceptualizar versiones alternativas de la realidad, somos también los únicos animales que se imaginan una realidad sin nosotros.

Complacerle todo a las mentes modernas ha dado como resultado una población que se siente merecedora de algo sin habérselo ganado, una población que siente que tiene el derecho a algo sin sacrificarse por ello.

Las personas se declaran expertas, emprendedoras, inventoras, innovadoras, inconformistas y entrenadoras sin ninguna experiencia en la vida real.

Y lo hacen no porque crean de verdad que son mejores que cualquier otra, lo hacen porque sienten que necesitan ser mejores para ser aceptadas en un mundo que solamente difunde lo extraordinario.

La moda de hoy confunde gran atención con gran éxito y considera que ambos conceptos son lo mismo, pero no lo son.

Debes descubrir cuál es el factor de tu carácter que está poniendo freno a tu potencial. Cuando la gente te mira, lo que ve es tu exterior, pero el potencial ilimitado que necesitas para alcanzar tu sueño está en tu interior.

Así que, quítate etiquetas, el individuo etiquetado no se deja enseñar, ya sea por orgullo o vergüenza. En cambio, cuando te ves libre de toda etiqueta recibes todo lo que ayuda a tu crecimiento, y no solo lo aceptas... sino que lo quieres y lo amas.

La gente no encasillada en etiquetas se respeta, se quiere, y vive con seguridad. No necesitas a nadie que te autorice a lograrlo, el cambio vendrá desde tu interior, nadie podrá imponer nada cuando tengas el control de tu vida.

Tú eres ganador (a), ya lo eres. Aunque te des cuenta o no, aunque los demás se den cuenta o no. Y no es porque lanzaste una aplicación para Iphone o terminaste un año antes la universidad o te compraste un yate increíble, esas cosas no definen tu grandeza.

Lo Nuevo