Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
Flexibilización bancaria: los desafíos y afectaciones de una medida en pandemia
- 15/09/2021 00:00

“La situación inédita de la pandemia llevó al sector bancario a movilizarse y en algunos casos a improvisar en cuanto al entrenamiento de los ejecutivos de atención al cliente”, expresa la periodista Yandira Núñez, quien se acogió a la moratoria y posteriormente a la flexibilización. “Tengo productos en algunos bancos, entre ellos tarjetas de crédito, y me he encontrado con muchas divergencias en cuanto a la información que suministran algunas entidades financieras; esto me lleva a concluir que no están correctamente capacitados ni alineados en las comunicaciones”.
Núñez relata que recientemente se vio afectada por el recargo de una penalidad en el estado de cuenta de una de sus tarjetas de crédito, una acción que resultó ser el incumplimiento del banco con lo dictaminado por la flexibilización. “La ejecutiva que me atendió en ese momento, manifestó que ya correspondía hacerme el cobro de la penalidad porque no estábamos en moratoria, y cuando insistí que no era acorde con el periodo de flexibilización bancaria fue entonces que corroboró la información y aceptó que debían hacerme la reversión”.
Considera que lo más importante es que “los bancos refuercen la capacitación del personal asesor en las diferentes instancias y sucursales para que entiendan que lo que manejan son las cuentas de seres humanos. Es vital que coordinen correctamente la comunicación que mantendrán con los clientes”.
También es enfática al asegurar que pese al dramatismo del contexto actual, existe una relación en la que los clientes también deben honrar sus compromisos con la banca. “Es necesario dar la cara a tiempo, acudir a los bancos y trazar una negociación satisfactoria para ambas partes; solicitar una reestructuración de las deudas según la realidad financiera y económica de cada usuario, en momentos en los que hemos sido fuertemente golpeados por la crisis económica de la pandemia. Es importante poner especial atención a los plazos y las tases de interés”.

El presidente de la República, Laurentino Cortizo, anunció hace semanas, tras el fin de la moratoria, un periodo de flexibilización bancaria y el nuevo plan Panamá Solidario hasta el 31 de diciembre de 2021; sin embargo, para acceder a la flexibilización los clientes afectados deben acercarse a su banco antes del 30 de septiembre de 2021 para sustentar su situación económica y llegar a un acuerdo.
El profesor y economista Felipe Argote se queja de la gestión gubernamental. “No puede ser que el Estado luego de mandar a la gente a su casa, la envíe al banco para que se arreglen, cuando en realidad la decisión es unilateral, y por más que digan que los bancos son condescendientes, las relaciones económicas no se basan en bondad, las empresas siempre van a pensar primero en sus intereses”.
“Considero que el proceso de flexibilización bancaria no debe ser considerado como una negociación, porque al final los bancos son los que toman la decisión, y si el cliente no lo aprueba le quitan los activos”, puntualiza.
Debido al contexto actual de los hechos, el economista prevé grandes afectaciones a corto, mediano y largo plazo en la economía panameña.

“La economía nacional no se va a recuperar; las malas decisiones han llevado a que haya caído hasta el 20,7%, que fue un total de $13 mil millones en 2020, y eso no ocurrió con los países vecinos; todas las economías cayeron menos del 10% y ahora calculan que en Panamá recuperaremos el 9%, pero veo que no vamos a crecer ni el 6,5%. Creo que la economía se recuperará en un mínimo de 4 años, la tasa de desempleo después de la pandemia aumentará”.
¿Cómo negociar con los bancos en época de flexibilización bancaria? La asesora financiera Aura De María Díaz indica que primero se debe hacer un presupuesto de los gastos personales, considerar la cantidad de compromisos bancarios, así como los gastos del hogar, y luego aproximarse a los bancos. “Hay que tomar en cuenta los gastos básicos como comida, agua y luz que son primordiales y según los ingresos se debe ir al banco y negociar. Hay bancos que están siendo flexibles”.
Su consejo a los clientes es que acudan al banco y se comuniquen, ya que “tarde o temprano, pese a que hoy la situación del desempleo es crítica, tendrán que hacerle frente a esas deudas”.
Explica que todos los bancos tienen sus políticas y son supervisadas por la Superintendencia de Bancos de Panamá y en caso de que el cliente no pague “hay un contrato escrito que señala que al momento en que se aprueba el crédito a un cliente, en caso de que este se atrase, la entidad puede debitar la suma establecida en el contrato de préstamos y en otros contratos”, por eso reitera que es importante leer la letra pequeña, pedir una copia de lo que se firma, y si el producto bancario se debita por descuento directo “es importante pedir un estado de cuenta”.
En esa línea, recuerda que la flexibilización bancaria no es más que un período para la negociación que el cliente debe hacer con el banco, y la moratoria es una acumulación de intereses. “La realidad es que el banco nunca pierde. Ha habido casos donde el ejecutivo bancario al final es vendedor y lo que hace es que no explica en qué consiste la Ley 81 del 31 de diciembre de 2009 y entonces lleva al cliente a un arreglo de pago, cuando en vez de eso, debe darle otras opciones”.
Díaz subraya que el artículo 13 de la Ley 81 que modifica el artículo 20 queda de la siguiente manera: “No se podrán establecer cargos para los casos en que el tarjetahabiente o titular se exceda de su límite máximo de crédito en la utilización de la tarjeta. Los cargos por intereses, mora, membresía y otros no podrán sumarse a los saldos utilizados por el tarjetahabiente para fines exclusivos de configurar exceso del límite de crédito”.
Si el cliente no ha efectuado el pago de su producto bancario en 90 días, el banco puede hacer cargos en las tarjetas de crédito y adicionalmente después de los tres meses, pueden pasar ese saldo a un préstamo de acuerdo con lo que el cliente genere. “Si el cliente notifica al banco que quiere acogerse a la Ley 81, a veces el ejecutivo bancario por desconocimiento hace lo que mencioné hace un momento, un arreglo de pago, le deja el mismo producto y no lo cambia a una tasa de interés más baja”.
Por su parte, la asesora de finanzas Susette Sousa manifiesta que solo se pueden acoger a la Ley 81 aquellos que tengan un nivel de endeudamiento superior a tres veces lo que perciben en su ingreso mensual. “La Ley 81 es una opción para proteger al consumidor, pero está para apoyarse cuando la persona no tiene control de sus finanzas”.
Entonces, ¿cómo es el mecanismo para acogerse a la Ley 81? Las personas deben presentar vía correo electrónico a los bancos que se acogerán a la misma, entonces el banco tiene cinco días para recibir la solicitud y pueden convertir lo adeudado en un préstamo personal con la tasa de interés que el banco mantenga con ese producto a la fecha.
Para la experta en finanzas, el banco tiene que dar flexibilidad, “se supone que el gobierno debió prever que la economía no se recuperaría en un año, lo ideal es que ambos trabajaran paralelamente (banco y Estado) para que la economía se recuperara y en ese proceso la gente le hiciera frente a sus deudas, y el ciudadano por supuesto también debe poner de su parte”.
Sousa afirma que los bancos “no están educando bien a los clientes sobre el uso de su producto” y el artículo 19 de la Ley 81 hace referencia al tema de educar al cliente sobre el uso de las tarjetas de crédito. “Lo lamentable es que hay personas que perciben un salario de $1,000 y el banco permite que ese cliente se endeude hasta con $25,000 en tarjetas de crédito. La falta de educación ha ocasionado sobreendeudamiento”.
Sousa subraya que muchos clientes no podrán pagar lo adeudado hasta la fecha. “En asesorías, hemos verificado las finanzas de muchos clientes que están sobreendeudados. Las deudas de tarjetas de crédito son inimaginables, digamos que si una persona debía $20,000 con este producto bancario, ahora debe el doble por haberse acogido a la moratoria. La moratoria no era una solución, solo fue para tapar el caos en su momento”.