La importancia de empezar y dejar un legado

Actualizado
  • 02/10/2021 00:00
Creado
  • 02/10/2021 00:00
Hace unos días leí acerca de la importancia de dejar un legado. Los grandes empresarios hablan siempre del management y los líderes políticos, económicos y sociales hablan de la ética.
Si estás leyendo esta columna es porque eres una persona brillante que busca siempre aprender, y busca la mejor versión de ti.

Hace unos días leí acerca de la importancia de dejar un legado. Los grandes empresarios hablan siempre del management y los líderes políticos, económicos y sociales hablan de la ética.

Sin embargo, ¿qué tal si nos enfocamos en hablar de legado? ¿Por qué no preguntarnos qué dejaremos en la tierra con nuestro ejemplo?, y así menos discursos.

Aquí es donde deseo comenzar citando la historia de Alfred Nobel. La persona que conoces por fundar el premio más reconocido del mundo (premio Nobel) era un ingeniero que dedicó su vida a la creación de explosivos.

Todo empezó a mediados del año 1888, con el fallecimiento de Ludwig Nobel (hermano mayor del químico y fabricante de armas Alfred Nobel).

Un error de un periodista francés confundió a Ludwig –ingeniero de profesión– con el inventor de la dinamita, y le dedicó un obituario en el que se refiró a él como “el mercader de la muerte”.

A través de aquel texto, Alfred Nobel pudo en vida descubrir lo que pensaban de su legado, lo que provocó un cambió de mentalidad en el químico, que quiso transformar su imagen antes de que fuera demasiado tarde.

Y así fue como Nobel decidió destacar la labor en algunas áreas científicas, la literatura y, también, en favor de la paz. El científico estaba consciente de que deseaba dejar una buena parte de su riqueza como un legado, al crear los citados premios.

El testamento de Nobel se escribió destacando lo siguiente:

Reconocer a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la física; reconocer a la persona que haya hecho el más importante descubrimiento químico; reconocer la persona que haya hecho el descubrimiento más importante dentro del dominio de la fisiología o la medicina; reconocer a la persona que haya producido en el campo de la literatura la obra más destacada en una dirección ideal, y dar reconocimiento a la persona que haya realizado la mayor o el mejor trabajo por la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes.

Ahora te hago esta pregunta: Si murieras hoy, ¿qué crees que diría tu obituario?, si hoy te despidieras del mundo, ¿cómo quisieras que te recordaran?

Muchos podemos darnos cuenta de que a pesar de todo el esfuerzo y logros económicos, no se está dejando un legado que sobreviva después de la muerte. Y creo que si estás leyendo esta columna es porque eres una persona brillante que busca siempre aprender, y busca la mejor versión de ti.

Piensa que enfrentarás a la muerte, como lo hizo Alfred Nobel, y que tienes la oportunidad de reescribir la manera en que el mundo te recordará. ¿Qué diría ese nuevo obituario? Hasta la próxima.

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