Aplican programas para una migración digna en Panamá

Actualizado
  • 18/07/2022 00:00
Creado
  • 18/07/2022 00:00
Panamá es Estado Miembro de la Organización Internacional para las Migraciones desde 2007. En todo el país, la OIM brinda una respuesta integral a las necesidades humanitarias de los migrantes, desplazados internos, repatriados y comunidades de acogida
La OIM vela por los derechos humanos de todos los migrantes del mundo.

Los conflictos, violencia armada, desastres naturales, epidemias, pandemias, así como también la recesión económica, la inestabilidad política y otros tipos de crisis obligan a millones de personas a abandonar sus hogares y comunidades.

De acuerdo con información de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 80 millones de personas se encuentran actualmente en movimiento dentro y fuera de las fronteras, a causa de desastres que desplazan un promedio de alrededor de 25 millones de personas cada año.

Panamá no escapa de esa realidad. Al ser un país históricamente de tránsito, experimenta siempre la migración irregular por la frontera con Colombia hacia los países de Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México).

Idiam Osorio, especialista técnica de proyectos para la OIM, mencionó a La Estrella de Panamá que en temas de migración es muy importante contar con una información verificada, transparente y medible porque a partir de esos datos se le puede brindar al Estado y a los gobiernos información que les funcione para tomar decisiones.

La migración es uno de los fenómenos que se dan desde hace más de dos mil años

“Precisamente por eso utilizamos distintas herramientas y aquí en Panamá desde el año 2019 hemos estado implementando con mayor frecuencia un programa que se llama Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM, por sus siglas en inglés), que tiene diversas formas de aplicarse y permite medir justamente la movilidad humana, caracterizar a las personas que se mueven, entender cuáles son las razones que están impulsando a la migración, conocer el perfil del flujo y también nos permite -en casos particulares- hacer seguimiento a la emergencia a fin de verificar cómo están los estándares humanitarios en materia acceso a servicios básicos: salud, alimentación, infraestructura, así como también hemos aplicado otras modalidades como el perfil y las condiciones generales en la que se encuentran las personas migrantes con el objetivo de entender y conocer sus necesidades”, detalló Osorio.

La experta, que participó en un taller para periodistas sobre Migración y Comunicación, la semana pasada, también señaló que este tipo de investigación lo hacen con migrantes de distintas nacionalidades y en diferentes lugares.

“Por ejemplo, a mediados del 2019 hicimos un DTM en la estación de Recepción Migratoria en Los Planes de Gualaca, en la provincia de Chiriquí para poder entender el flujo migratorio y esa documentación fue una de los primeras que arrojó información importante para entender que había un aumento bastante trascendental de población migrante haitiana que estaba de tránsito en el país”, dijo.

Según Osorio, gracias a esos datos comenzaron a mirar o prestar más atención hacia los países de Sudamérica, y analizar cuáles eran las razones por las que las personas estaban migrando y “nos dimos cuenta de que había un flujo importante de personas de nacionalidad haitiana que venían de Brasil, Perú, Chile, Ecuador y que habían estado trabajando en diversos áreas en estos países y que por una u otra razón decidieron migrar hacia los Estados Unidos, Canadá o México”.

Osorio también dijo que anteriormente se había hecho otro análisis aplicando la misma metodología, pero con la población venezolana.

Añadió que en 2020, durante la crisis de la pandemia, hubo cerca de 2,500 personas migrantes varadas en las diferentes estaciones de atención migratoria que hay en el país debido a las restricciones de movilidad y tuvieron que aplicar otra metodología DTM, la cual se llama Seguimiento a la Emergencia. “Como los migrantes no podían movilizarse por la pandemia, la OIM aprovechó para monitorear los servicios con los que contaban: si tenían agua potable y si esta era suficiente o 'alcanzaba' para suplir sus necesidades y pudieran vivir de manera digna, verificamos la cantidad de personas que habían, la condición de la infraestructura donde vivían y de acceso a otros servicio humanitarios básicos. Este monitoreo de documentación y servicios duró unos nueve meses de manera ininterrumpida, lo que nos permitió decirle al gobierno panameño cuáles son las cosas que necesita mejorar”, resaltó.

No obstante para 2020-2021 “cambiamos la modalidad ya que en el último trimestre de 2020 las personas comenzaron a movilizarse debido al levantamiento de las restricciones de la cuarentena, por lo que se implementó el programa Seguimiento a la movilidad, para entender cuántas personas no estaban entrando de Colombia; porque durante varios meses no entraba nadie a este país ya que taba todo cerrado”, explicó Osorio.

“La OIM logró hacer monitoreos de casos de covid-19, de cuántas personas salían positivas, cuántos estaban en cuarentena, y precisamente esas herramientas que son muy versátiles nos permitieron medir las necesidades del momento y por eso es que para nosotros es muy importante realizar todo este proceso porque nos permite tener información actualizada para tomar decisiones oportunas”, comentó.

Para finales de 2021 y comienzos de 2022, la OIM logró hacer un levantamiento de data más amplio e integral. Es decir, no estaba enfocado en la población que se moviliza en las fronteras, sino en la población que elige a Panamá como país de destino como la población migrante venezolana.

De acuerdo con la experta, esto se hizo de manera más amplia justamente para conocer las personas migrantes que están en Panamá, cuáles son sus necesidades y los principales retos que enfrentan. “Tratamos de caracterizar los desafíos vinculados al acceso a la salud, educación, cuales son las principales circunstancias que hace que ellos no puedan acceder a todos sus derechos como persona migrante”.

Osorio también admitió que la OIM para lograr obtener una información confiable y verificada, no solo entrevista a la población migrante sino también a las instituciones y a las personas de la sociedad civil para hacer una triangulación de información y un análisis más integral.

Importancia de los conceptos

Laura Fernández, especialista en comunicaciones para el desarrollo de la OIM en Honduras, resaltó a este medio que la migración es un fenómeno que tiene muchos enfoques, abordajes y perspectivas, “partiendo de la base de que es multicausal, es decir, que las poblaciones migran por razones diferentes y los Estados tienen normas diferentes, entonces como es un panorama muy complejo en el que los periodistas y profesionales de la comunicación están en el centro de la producción de esa información necesitan atender varias fuentes, incluyendo al Estado y las necesidades de las personas migrantes y para ello es muy importante utilizar bien el lenguaje, esto ayudará a que todo ese fenómeno tan complejo se cubra de manera ética y con enfoque de derechos humanos”.

A su vez dijo que “la migración no se puede cubrir de cualquier forma…, al final la responsabilidad de un profesional de la comunicación es hacer de un fenómeno complejo una cobertura de comunicación que la población entienda pero con ética y profesionalismo”.

En otra línea, “lo importante es reconocer que el Estado tiene esa obligación en materia de derechos humanos, de proteger a las personas migrantes que están en tránsito en el país y que hay soberanía nacional, lo que implica que el Estado tiene normativas migratorias y que se den cumplir”.

Panamá es Estado Miembro de la OIM desde 2007. En todo el país, la OIM brinda una respuesta integral a las necesidades humanitarias de los migrantes, desplazados internos, repatriados y comunidades de acogida.

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