El agroturismo, una figura clave en el desarrollo sostenible

Actualizado
  • 11/10/2021 00:00
Creado
  • 11/10/2021 00:00
De acuerdo con lo establecido en la recién sancionada Ley 369, esta beneficiará a las poblaciones residentes vinculadas a los diferentes proyectos que se desarrollan en las fincas agroturísticas que estén certificadas por la ATP o el MIDA
Actualmente existen más de 150 solicitudes, lo que demuestra el empuje de esta actividad en el país.

“Con la recién sancionada Ley 369, que regula el agroturismo en Panamá, se marca el compromiso para el desarrollo de emprendimientos que surgen en nuestros campos y áreas indígenas del país”, mencionó a La Estrella de Panamá, Humberto López Tirone, propietario de la Granja Alternativa ubicada en Coclesito, en el distrito Omar Torrijos Herrera.

“Es una ley histórica para el istmo, que hace mucho tiempo esperábamos; e incluso sirve de ejemplo para muchos países de Latinoamérica que aún no cuentan con una legislación para este sector del turismo”, agregó.

Según López, con la pandemia el agroturismo se ha convertido en un atractivo fundamental. “Por más de una década este sector fue menospreciado por los gobiernos anteriores que tenían una política de favorecer a los emprendimientos de sol, playa y los grandes hoteles e inversiones; porque consideraban que este sector era del 'arrabal' y como no había grandes inversiones no lo veían como una herramienta para el desarrollo turístico del país”, comentó el también miembro del Instituto Iberoamericano de Turismo Rural (Iberoatur).

A su vez, López remarcó que el agroturismo es el mejor defensor del medio ambiente y de todo lo que en él se desarrolla. “Esta ley viene a proteger por primera vez todos los emprendimientos relacionados con las áreas campesinas que tenemos en el interior del país a fin de que esas fuentes de riquezas se irradien hacia el resto de las poblaciones”, insistió.

Las fincas agroturísticas continúan en desarrollo.

Igualmente contempló que el agroturismo es “el mejor defensor de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, ya que forma parte del crecimiento de los ingresos en las comunidades locales y conduce a una agricultura más resiliente y aporta valor a la experiencia turística”, subrayó.

Yariseth Acevedo, coordinadora nacional del Programa de Agroturismo del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), también detalló a este medio que luego de las reaperturas pos covid-19, muchas personas están apostando por el turismo interno y por disfrutar de las actividades que realiza el hombre en el campo. “La actividad del agroturismo se viene desarrollando desde el 2006 en el país pero de manera irregular, sin embargo, ahora con la nueva ley del 5 de octubre de 2021, se espera que la misma sea llevada de la mejor forma”, resaltó Acevedo

También añadió que “este proyecto surgió en 2007 con el antiguo Instituto Panameño de Turismo (IPAT), y el MIDA, institución que brinda asistencia técnica, capacitación a los productores para que preparen las fincas y estén aptas para recibir visitantes y obtengan su certificación”.

La coordinadora explicó que los productores agroturísticos han sufrido mucho con la pandemia porque han tenido que seguir manteniendo las fincas pese a que no han recibido visitantes por más de un año. “Las fincas que cuentan con hospedajes, animales de exhibición y productos agrícolas, tuvieron que seguir manteniendo todo eso, sobre todo porque los productos que ofrecen las fincas de agro son exclusivamente para brindar a los vistantes y no para vender a gran escala”, sustentó.

Granja Alternativa, ubicada en Coclesito.

Acevedo, reconoció que el agroturismo se convierte en un valor agregado a la actividad agropecuaria muy necesaria para el desarrollo de las economías rurales porque permea en todos los alrededores de las comunidades y no solo en la finca que ofrece las actividad agroturítica. “Todo eso repercute desde el transportista, el que tiene un pequeño restaurante y artesanos del área; a toda la comunidad. Igualmente en este tipo de turismo se trabajan aspectos como la igualdad de género”, planteó.

Esta ley, propuesta por la diputada Corina Cano, tiene como objetivo impulsar el agroturismo dentro del turismo rural como una alternativa para el desarrollo sostenible del sector productivo agropecuario, de manera que tanto turistas como visitantes puedan tener una experiencia auténtica de interiorización de los procesos productivos, de contacto con las costumbres y tradiciones y de exploración de la naturaleza autóctona de forma sana, segura y con calidad.

“Se están trabajando algunos artículos de esta ley para crear alianzas con organismos internacionales y conseguir fondos a bajos intereses para apoyar los proyectos de las fincas, entre ellos el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) a fin de que los productores puedan beneficiarse de esta ley y de la realización de la actividad insitu”, subrayó.

Surgimiento del agroturismo

El agroturismo tiene diferentes definiciones en diferentes partes del mundo, y algunas veces se refiere específicamente a estancias en granjas. Mientras que en otros lugares, el agroturismo incluye una gran variedad de actividades, que incluyen comprar productos directamente desde un puesto de granja, navegar en un laberinto de maíz, recoger frutas, alimentar animales u hospedarse en una casa de huéspedes con desayuno (B & B).

La flora y la fauna son fuentes de agroturismo.

Pero, ¿cómo surgió? Según López, esta actividad comienza en el continente europeo a mediados del siglo XX, después de la segunda guerra mundial. “El turismo agro surge en Europa como una estrategia complementaria al desarrollo rural en la segunda posguerra, cuando los profesionales quedaron desempleados y se vieron forzados a irse a vivir en las fincas de los abuelos, tíos y padres y viendo el potencial de las fincas abrieron sus puertas a los viajeros como una primera formula para salir de la crisis económica de la postguerra, para las poblaciones rurales, con poco acceso a la financiación y al empleo”, resaltó.

Agregó que las nuevas fórmulas innovadoras del agroturismo se inician en Francia, por lo que hoy es considerado como el país pionero en este tema.

Según López, en América Latina en el siglo XX este tipo de turismo no era una prioridad porque estaba el periodo de colonización en todo su apogeo.

Sin embargo, en este siglo XXI y ahora más con el surgimiento de la pandemia la actividad se ha vuelto más fuerte en todo el mundo, de hecho, hay países que ya han comenzado a venderse como destinos naturales y ecológicos.

Actualmente en países como Austria, Dinamarca, Holanda, Alemania el agroturismo es una alternativa. Algunos “vendrán a hablar de sus experiencias y de la importancia de este sector en el VI Encuentro Iberoamericano de Turismo Rural, esta semana en El Valle de Antón”, dijo López.

En América Latina, Chile y Argentina tienen la más amplia red de asociaciones de turismo rural, sin embargo para Panamá con esta nueva Ley se espera que el agroturismo sea una fuente de ingresos diferente a los que el país vende normalmente al mercado extranjero, ofreciendo un turismo verde, con cero contaminaciones y en un ambiente de naturaleza adecuado para el buen desenvolvimiento de los visitantes.

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