Jazz francés y tambor latino en fusión

Actualizado
  • 23/06/2016 02:00
Creado
  • 23/06/2016 02:00
Uno de los pianistas más renombrados de Francia, Baptiste Trotignon, se une al percusionista argentino Minino Garay

Hace cuatro años el pianista francés Baptiste Trotignon fue invitado a tocar en Argentina. Por esas mismas fechas, el percusionista Minino Garay también haría el viaje de Francia al país sudamericano, lugar que además lo vio nacer.

Iban para dos eventos distintos, pero cuando se encontraron hubo química musical entre ambos y crearon desde entonces un acto musical que hoy aterriza en Panamá, como parte del World Music Panama.

El concepto musical de este dúo, que se presenta esta noche a las 8:00 p.m. en el Ateneo de Ciudad del Saber, consiste en la fusión de las notas que brotan de un piano clásico (Trotignon) y el retumbe de la percusión de música popular (Garay).

Entre los instrumentos de percusión que matizan la presentación de esta noche, según el músico argentino, está el cajón peruano y el bombo leguero, un tambor ícono del folklore argentino. ‘La percusión es muy minimalista', describe Garay.

REPERTORIO

El percusionista indica que la lista de canciones está compuesta por clásicos del tango y de la música popular. Todos con arreglos eclécticos. Desde tangos como ‘Sus ojos se cerraron' y el clásico ‘Volver', hasta canciones de jazz pasando incluso por sencillos de Thelonius Monk, por mencionar algunos.

‘No hay límite de nada, desde Carlos Gardel hasta Paul McCartney, y algunas composiciones de Baptiste Trotignon', explica el músico argentino con una trayectoria de 25 años en Francia.

Garay resalta que el repertorio está basado en aquellas melodías con las que hemos crecido o hemos escuchado en algún momento porque son ya clásicos universales.

Ambos músicos toman estas melodías conocidas y las empiezan a deconstruir para confeccionarlas en ritmo de jazz. Al ser piezas populares, Garay describe que el jazz se vuelve más accesible para el público, a diferencia del jazz tradicional que tiene mala fama de tedioso.

MEZCLA

‘Estando en Europa tengo mucha accesibilidad a la música africana y a la música árabe, por ejemplo, que me permiten tener ideas más amplias como percusionista latinoamericano', detalla Garay.

El músico argentino es originario de Córdoba, una ciudad con una música popular llamada cuarteto cordobés o tunga tunga, una música ‘de inmigrante', explica.

Su primer recuerdo con la música son los bailes populares de aquella ciudad. Con tan solo 12 años tocaba la percusión para acompañar dichas fiestas, que configuran parten del folklore argentino.

Luego entró al conservatorio. Por eso conoce tanto la parte práctica y autodidacta de la música popular así como la técnica y teórica de la música clásica.

‘No le tengo miedo a los géneros', formula, ‘puedo ir a un lugar como un programa de televisión y hacer bailar a la gente y luego puedo estar en un teatro con Baptiste tocando jazz'.

Su formación teórica le permite al percusionista, por supuesto, conversar con Baptiste Trotignon desde el pentagrama. ‘Es muy oral también, si Baptiste tiene un tema propio él me trae las partituras, la analizamos, y vamos trabajando', comenta.

Trotignon, por su parte, toca el violín desde los cinco años, pero su instrumento más fuerte es el piano, con el que viene a Panamá. Se graduó en piano y composición de la Academia de Música de Nantes.

Entre los galardones que ha recibido está el Premio Jazz Victory de 2003, que ganó como músico revelación a sus 29 años.

‘Es realmente una mezcla de culturas porque yo le llevo músicas a él que no conoce y él me trae músicas que yo no conozco o que tengo menos accesibilidad a tocarlo', añade el músico argentino, quien le lleva 8 años al francés, ‘ese intercambio se refleja sobre el escenario'.

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